Dentro de pocas horas se verán las caras nuevamente el Barça y el Milan sobre el césped cortadito y mojado del Camp Nou bajo la lluvia de la ciudad condal. Son los cuartos de final de la Champions League, partido de vuelta, un clásico del fútbol europeo que vamos a analizar a continuación.
Hoy me voy a reservar el pronóstico hasta las 20:00 CET cuando ya tengamos alineaciones oficiales de parte de ambos equipos. Es verdaderamente relevante esa información para poder determinar qué planteamiento propondrá cada entrenador en el campo, aunque siempre cabe la jugada o el error que nadie se espera para cambiar las cosas, el factor sorpresa es lo que más atrae de este deporte.
Para predecir lo que sucederá esta noche hay que entender lo que pasó la semana pasada en San Siro. El Milan salió con el 4-3-1-2 habitual pero demasiado retrasado, con la defensa prácticamente encima de Abbiati y la línea de mediocampo bastante compacta, dejando a Ibra solo en ataque pues a veces incluso Robinho caía a la zona del círculo central para crear mayor densidad de jugadores.
Así jugó el Milan en San Siro |
La ausencia de Abate por banda derecha (jugó Bonera en su lugar) dejó al conjunto rossonero sin salida por los costados y el dominio de balón blaugrana ahogó al visitante hasta encerrarlo en su propia área, a pesar de intentar salir a presionar más arriba durante los primeros 15 minutos. El transcurso del primer tiempo fue una directa consecuencia del contraste de ambos estilos, Barça con posesión y Milan a la contra.
En efecto, el Barcelona propuso un 4-3-3 bastante estrecho, sin bandas, donde Keita jugó titular en la medular para proteger a Puyol (el capitán culé fue lateral izquierdo) dejando a Iniesta la tarea de aportar desequilibrio arriba por izquierda. El problema es que también Dani Alves por derecha hacía diagonales al centro, chocando con la presencia de Messi y Alexis quienes trataron de penetrar la defensa rival con verticalizaciones estériles. Pep buscó ensanchar el campo en el segundo tiempo con Tello pero ya era demasiado tarde, su equipo había corrido mucho y no había tanta gasolina en reservas, además del hecho que el Milan administró mejor las zonas del campo gracias a la discusión técnica de Allegri en el intervalo, una vez aprendidos los movimientos repetitivos del Barcelona.
Está de más decir que el campo tuvo su influencia en el resultado. La circulación del balón no fue tan veloz como le gusta al equipo de Guardiola y eso facilitó los movimientos defensivos del Milan. Me pareció de lo más ridículo leer las quejas de los blaugrana al final del encuentro sobre este tema, sabiendo que se juega a doble partido precisamente para que cada equipo disfrute de las ventajas de su propia localía y el rival sufra el proceso de adaptación.
Así jugó el Barça en San Siro |
Hoy se juega en el Camp Nou donde la hierba estará bien corta y regada gracias a la lluvia, perfecta para una rápida circulación del balón. Será más difícil para el Milan detener las verticalizaciones de Messi y compañía por el centro, lo que otorga al conjunto de Guardiola la etiqueta de favorito. Sin embargo, siendo sinceros, tampoco es que hayan empatado exclusivamente debido al campo, hay varios "culpables" que debemos resaltar a la hora del juicio final del partido en San Siro:
El árbitro: pudo haber pitado penalty en la jugada de Alexis y Abbiati, a pesar de que el chileno ya había perdido posesión del balón y estaba prácticamente en vuelo a la hora del contacto con el portero rossonero, pero la jugada entra en la zona gris donde, según el reglamento FIFA, el árbitro debe dejar jugar si existen dudas.
Ambrosini & Antonini: el rendimiento defensivo de ambos jugadores, así como del resto del equipo, superó con creces las expectativas logrando un desempeño técnico-táctico excelente a la hora de anticipar los movimientos del difícil conjunto blaugrana. Especialmente no se sintió la ausencia de Van Bommel.
Ibrahimović & Robinho: sus errores frente al arco condenaron el buen plan que había trazado Allegri. De haber sido más efectivos en sus respectivas ocasiones, el resultado hubiese sido uno mucho más alentador para el Milan. Frente a este Barcelona no se pueden fallar las ocasiones de gol pues nunca serán más de 3-4 por partido.
Guardiola: su equipo juega de manera excepcional, creando dolores de cabeza a cualquier defensa cuando hacen girar el balón tan rápido sin dar puntos de referencia, pero peca de ingenuidad al permitirle a todos los adversarios cerrarse en defensa sin buscar abrir el campo por las bandas. Basta ver un partido grabado del Milan esta temporada y te das cuenta que si le atacas por el costado haces mil veces más daño que por el centro.
Allegri: no tengo dudas que fue suya (o de alguno de sus colaboradores) la desición de mantener el campo más seco y alto de lo acostumbrado para ensuciar el juego fluido del Barça, algo que ya hizo Mourinho en diversas ocasiones cuando enfrentó al conjunto culé, regalando a su equipo un poquito más de oportunidad en un duelo donde cada detalle cuenta.
Suerte: el elemento que nunca falla, siempre presente en cada campo de juego, tan cínico y cruel que es capaz de mandar la pelota un par de milímetros fuera o dentro de la línea. En San Siro estuvo del lado de los locales, sin duda.
Dicho esto, hay que responder la pregunta del millón: ¿quién ganará esta noche? Obviamente no lo sabremos hasta después del pitazo final pero sí podemos sacar conjeturas sobre lo que podría suceder en función de las opciones que cada equipo tiene en la pizarra. Según la prensa ya los onces están dibujados en la mente de cada entrenador y sólo un par de dudas de última hora requerían aclaración acerca de posibles lesiones. Vamos al planteamiento de cada equipo.
Guardiola debería salir con una sola variante respecto al equipo de San Siro, Cesc Fábregas en lugar de Keita. El ex-Gunner debería ser la punta de ataque en un mediocampo diamante jugando 3-4-3. Iniesta volvería a su lugar en la media junto a Xavi por delante de Busquets, con Piqué, Mascherano y Puyol en defensa. Arriba estarían Messi y Alexis. El elemento clave sería Alves por derecha, ubicado en línea con Iniesta, algo retrasado y a la derecha de Xavi, dispuesto a subir la banda hasta el final sin descuidar funciones defensivas. La idea es tener un equipo flexible que pueda atacar con 3-4-3 y que luego defienda con 4-3-3.
Así jugará probablemente el Barça en Camp Nou |
La desventaja es evidentemente el flanco que ofreces a la contra por el lado de Dani Alves. Pep está dispuesto a sacrificar esa banda para otorgarle a Messi otro compañero arriba, alguien más que se encargue de llamar la atención de Mexès, Nesta y Ambrosini a la hora de entrar por el centro, creando mayores dificultades para de definir el último paso adelante y provocar el fuera de juego. En el segundo tiempo, si el marcador no se ha movido en favor del conjunto local, es posible incluso ver la entrada de Tello por Cesc o Iniesta reforzando así la otra banda y buscar entrada por ese costado, aunque desnaturalizando el juego colectivo.
Me parece que Guardiola debería intentar directamente desde el inicio correr a Messi a la banda, dejando a Cesc en la posición central para tratar de desconcertar a la defensa milanista por sorpresa, y permitir que intercambien posiciones luego hasta marear a los defensores buscando que se equivoquen. Creo que en efecto será esto lo que ya tiene en mente el entrenador de Santpedor, aunque algunas veces sea insistente en su filosofía de juego por la vía del medio.
Por su parte el Milan saldrá probablemente con 10 de los mismos 11 que dejaron seco al Barça en San Siro, con la única excepción de Abate por derecha quien tomará el lugar de Bonera. La presencia del número 20 rossonero significa un mayor potencial ofensivo por esa banda, justamente la banda más "floja" del Barcelona donde estará Puyol, excelente en la marca pero ciertamente menos ofensivo que Abidal o Adriano. El resto del equipo mantendrá la misma línea que ya vimos hace una semana. Una defensa bastante baja donde Ambrosini será casi el 5to elemento, apoyado por Nocerino y Seedorf quien estará a cargo de dictar los tiempos del equipo una vez que entren en posesión del esférico. En la zona de tres cuartos, ligeramente recostado por derecha estará Boateng, luego Robinho más adelantado algo a la izquierda y finalmente Ibrahimović sólo en punta.
Así jugará probablemente el Milan en Camp Nou |
El plan de Massimiliano Allegri es simple: repetir el rendimiento defensivo de San Siro y llevarlo al siguiente nivel ofensivo anotando al menos un gol. Según esa matemática, incluso un eventual empate del Barça sería aceptable puesto que signficaría ventaja rossonera por gol visitante. Para lograr este objetivo es necesario que todos sus jugadores mejoren el nivel ya asombroso del partido de ida, porque el ataque del Barça, lento en San Siro, será más potente hoy, y el ataque rossonero, estéril hace una semana, deberá afinar su puntería para aprovechar las pocas ocasiones que regalarán los blaugrana en su campo, con el apoyo de su afición en un estadio que agotó las entradas a pocas horas de iniciar la venta al público.
Si yo fuese Allegri, insisto, dejaría en la banca a Robinho para dar entrada a Aquilani y así formar un 4-3-2-1 estilo Ancelotti. La ventaja de jugar así, a mi modo de ver, es que otorga el protagonismo en ataque a Boateng pues sería el ghanés el encargado de fungir como falso delantero, saliendo desde la línea de mediocampo en sus habituales proyecciones hacia el área, aprovechando los balones que regala Ibra. Con Nocerino y Aquilani en la media, la posición de Seedorf junto a Kevin-Prince le permite preocuparse menos por labores defensivas y encargarse más de dirigir la orquesta una vez que la pelota caiga en sus pies. Desde esa posición se explotaría al máximo su talento, dejando el gasto físico a jugadores más jóvenes y más veloces.
Los protagonistas mediáticos podrán pasar desapercibidos en cuanto a fútbol se refiere, puede que tanto Messi como Ibrahimović sean anulados por las respectivas defensas y no logren dejar su huella en el marcador, pero hay un par de jugadores que podrían transformarse en las estrellas de la noche si la fortuna (y su talento) así lo decide. Estoy hablando de Abate por parte del Milan y Alves por el Barcelona. Con los dos equipos atascados en la autopista del centro serán los laterales derechos de ambos clubes los encargados de abrir la cancha y ofrecer a sus compañeros la alternativa del gancho al hígado, el golpe que dejará sobándose al contrario, desguarneciendo por primera vez el perfil para que por ahí entre finalmente el golpe del K.O.
Abate debe atacar lo más que pueda a Puyol para que Iniesta se vea obligado a retrasar su posición unos metros, arrastrando a Mascherano o Piqué hacia ese costado izquierdo para escalonar la marca. Esto dejaría un espacio más amplio para que Ibra pueda pelear 1x1 con el otro central y con su talento pueda crear espacios, dejando a Robinho o Boateng habilitados con una asistencia magistral. Del mismo modo, Alves debería atacar a Antonini para hacer que Nesta se corra hacia él dejando un espacio por el centro que podrían explotar Cesc y Messi, intercambiando de posición continuamente y en cualquiera momento hacer el pase que rompe el fuera de juego a espaldas de Mexès para que Alexis anote.
Así haría yo jugar al Milan, un 4-3-2-1 Ancelottiano |
Fuera de ese argumento existe siempre el factor aéreo. Las jugadas de balón parado benefician todas al Milan pues posee mayor cantidad de jugadores capaces de anticipar por alto al rival, además de ser uno de los puntos débiles del conjunto de Guardiola. Ibrahimović debería ser capaz de provocar algunas infracciones cerca del área de Valdés, cosa que no ocurrió en San Siro y que sí logró Messi con sus escapadas a toda velocidad.
Por último, aunque suene banal decirlo nunca hay que olvidar que todo esto depende de la concentración que tengan los jugadores al entrar en el campo de juego. Hace una semana vimos un partido espectacular sin goles, en parte, gracias a una concentración máxima de todos los jugadores a nivel defensivo, anulándose entre ellos a la hora de crear desequilibrio. Basta un pequeño error y cae el gol, sin que nadie lo haya podido preveer ni predecir, simplemente cambia todos los planes. Son momentos así donde se ve de qué pasta está hecho el entrenador a la hora de tomar desiciones difíciles en poco tiempo.
Se perfila un partido de enorme carga emocional y de mucha intensidad física, digno del torneo más competitivo del planeta a nivel de clubes. No les haré pronósticos, ya lo dije antes, no ahora, esperaré a ver las alineaciones oficiales y entonces les diré lo que pienso sucederá vía TWITTER (@FUTBOL_101). ¿Podrá Ibrahimović lograr la vendetta ante el "filósofo" y demostrarle cómo se conduce un verdadero Ferrari, o quedará nuevamente retratado el sueco como un gran talento de pecho frío? Lo sabremos dentro de poco. Hasta entonces, y que ruede la pelota.