Ha finalizado otra temporada del torneo más difícil del mundo, la Serie A italiana, donde la Juventus logró hacer historia al convertirse en apenas el segundo club en ganar el Scudetto sin sufrir una derrota, el primero desde que el torneo se juega a 20 equipos.
Lo de la Juve es para analizarlo a fondo, merece reconocimiento el trabajo realizado tanto por el entrenador como por la sociedad que lo apoya, desde el presidente Andrea Agnelli hasta el encargado del mantenimiento del césped en el nuevo Juventus Stadium. Pero no hablo sólo de la hazaña lograda esta temporada a nivel deportivo sino también del significado enorme que tiene el regreso de la Juve a la élite del deporte rey en Italia y Europa, han sido 6 años muy largos los transcurridos desde aquel verano del 2006 cuando se abrió la caja de Pandora y salieron todos los demonios de Moggi & Co.
Sé que la mayoría de ustedes queridos lectores no está enterado completamente de la historia y el trasfondo que cubre el pasado oscuro de la Juventus, así que me parece una excelente oportunidad para repasar un poco lo sucedido. Empecemos...
Corría el mes de Mayo 2006 y todo el planeta fútbol se estaba preparando para el mundial de Alemania con mucho entusiasmo. En Italia la Juventus de Fabio Capello dominaba el campeonato con un equipo verdaderamente demoledor, sólido en defensa y letal en ataque. Eran los campeones defensores del 2004-2005 y estaban cerrando la temporada 2005-2006 por encima del Milan de Carlo Ancelotti que, como de costumbre, se dejaba la piel en Europa pero sufría demasiado en la Serie A. El once titular bianconero era de ensueño: Buffon, Zebina, Thuram, Cannavaro, Zambrotta, Camoranesi, Emerson, Vieira, Nedved, Ibrahimovic, Trezeguet... y siempre quedaba un cierto Alessandro Del Piero en la banca. Basta decir que de esos 12 jugadores, hubo 9 presentes en la final del mundial entre Francia e Italia el 9 de julio.
Toda la vida, al ganador se le busca siempre el defecto y si no se le encuentra pues se le inventa. En este caso el defecto existía, y se sospechaba desde hacía mucho tiempo, décadas quizás. Todos en Italia estaban convencidos que la Juventus compraba los árbitros, desde épocas ancestrales existe esta creencia en favor de los equipos grandes. Sin embargo, hay que destacar que es un mal común en todas las ligas grandes pues el Manchester United, el Real Madrid y el Barcelona por ejemplo sufren lo mismo cada fin de semana. Puedo decir con toda seguridad que las victorias obtenidas por todos esos equipos fueron justas, a pesar de que los árbitros hayan puesto de su parte, siguen siendo equipos superiores al resto. Esta vez, sin embargo, las cosas fueron más allá de las sospechas.
El 2 de Mayo 2006 fueron publicadas en Italia las transcripciones de unas conversaciones telefónicas muy interesantes. El director deportivo de la Juventus en aquel entonces, Luciano Moggi, solía tener conversaciones por teléfono con la persona encargada de designar los árbitros de cada partido de Serie A. En dichas conversaciones quedaba bien claro que Moggi solicitaba los árbitros que según él estarían más dispuestos a decantarse a favor de su Juventus en caso de dudas durante el partido. También se publicaron conversaciones directas de Moggi con diversos árbitros, a los cuales regalaba relojes y otros objetos de valor como compensación por los favores dentro del campo a la Juve. Con evidencia tan impactante la sanción era inevitable. Las conversaciones involucraban partidos de las temporadas 2004-2005 y 2005-2006. La Juventus fue despojada de ambos títulos, relegada a la Serie B con 9 puntos de penalización para la temporada 2006-2007 y Moggi fue sancionado e inhabilitado de por vida de cualquier entidad deportiva en Italia.
Luciano Moggi |
Hasta aquí lo tenemos todo claro. La Juventus hacía trampa, la descubrieron y la mandaron a la B. ¿Acaba ahí la historia? Ni hablar, apenas empieza. Resulta que Moggi (al igual que otros dirigentes de la Juventus) no era el único que conversaba con los árbitros ilegalmente. En la misma sopa estaban metidos los dirigentes de la Lazio, la Fiorentina, el Milan, la Reggina y el Arezzo. Todos estos equipos fueron sancionados con multas y puntos de penalización, retrocediendo las posiciones en la clasificación final de la Serie A de cada club. Según la justicia deportiva italiana, los dirigentes de la Juventus estaban hasta el cuello de barro mientras los demás equipos apenas se ensuciaron las manos, y en consecuencia, las sanciones debían ser distintas para cada equipo. El equipo más perjudicado fue la Juve, por lejos, mientras que el Milan pudo clasificar al menos a la Champions League que, irónicamente, ganaron a la postre.
Así pues, si todos esos equipos habían hecho trampa de alguna manera, el campeonato estaba completamente falseado y la clasificación final era prácticamente ficticia. La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) decidió que el torneo 2004-2005 debía ser anulado pero el 2005-2006 no, por lo que le asignaron el título de campeón al Internazionale, que había terminado 3º detrás de la Juve y el Milan, ambos penalizados. Esta desición fue, probablemente, el peor error en la historia deportiva italiana de los últimos 50 años. La verdadera caja de Pandora fue destapada por los incompetentes dirigentes de la FIGC al no anular también el Scudetto 2005-2006 y declarar al club de Massimo Moratti como justo campeón. Los fanáticos, empezando por el mismísimo Moratti, se autodenominaron campeones del "Scudetto de los honestos", mientras que los aficionados de la Juve gritaban al cielo que se había cometido una injusticia pues no habían sido sancionados todos los culpables de forma equitativa y coherente.
Nunca en la historia creció tanto la rivalidad y el odio entre dos aficiones. Las discusiones y los enfrentamientos eran dignos de guerra civil, algo comparable sólo con Celtic vs Rangers en Escocia, Boca vs River en Argentina, y Madrid vs Barça en la era reciente de Mourinho y Guardiola. Si las sanciones fueron ya suficiente para crear semejante caos, más duro fue ver el efecto dominó que se creó por la caída de la Juve al infierno de la B. Varios jugadores decidieron que eran demasiado importantes para desperdiciar sus carreras en categorías inferiores así que decidieron abandonar la nave. Cannavaro fue al Madrid, Zambrotta y Thuram al Barcelona, Emerson al Milan, pero lo más doloroso fue ver a Vieira e Ibrahimović ir al Inter, el odiado enemigo.
Con la Juventus en B y el Milan severamente penalizado en cuanto no pudieron realizar una campaña de reforzamiento decente en verano, el Inter tenía todas las armas para dominar a sus anchas en Italia, y así lo hicieron durante 4 años.
El equipo de Moratti aprovechó el momento de oro para disfrutar de sus mejores éxitos, recuperando el Scudetto que no veían desde 1988 mientras los demás equipos sufrían para reconstruir la casa luego del terremoto.
Massimo Moratti |
La historia nos enseña también que poco más de un año después del escándalo, Luciano Moggi regresaba a la escena del crímen buscando venganza. Moggi sabía lo que había hecho y eso era indefendible, pero en su defensa mantuvo siempre un argumento bien claro: si yo caigo, me llevo a todos conmigo, no soy el único con barro en las manos. Moggi alegaba que alguien había lanzado la piedra y escondido la mano, y ese alguien era nada más y nada menos que Massimo Moratti, propietario del Internazionale.
Desde el 2008 al 2011 se llevó a cabo un proceso judicial en Napoli donde Moggi entregó al público las conversaciones entre Giacinto Facchetti (presidente activo del Internazionale 2004-2006) y dirigentes de la clase arbitral italiana, cometiendo el mismo delito deportivo por el cual fue acusado y sentenciado Moggi, así como toda la Juventus. Moggi demostró en el juicio que el Inter, el supuesto "equipo de los honestos" no sólo estaba tan embarrado como la Juve sino que ingeniosamente había logrado esconderse durante todo el escándalo y así salir impune del mismo delito.
Si la evidencia contra Moggi era cierta, también lo es esta contra Moratti y Facchetti. Ahora la pregunta del millón: ¿Por qué no mandaron a Serie B al Inter o le revocaron también los títulos? Resulta que según la justicia deportiva italiana, la evidencia de un juicio y las desiciones tomadas por dicho ente tienen una vigencia de dos años, por lo que al momento del proceso de Napoli culminado en 2011 los dos años habían pasado tratándose de una desición tomada en 2006.
Quiero aclarar un par de cosas aquí puesto que los términos legales no son sencillos de entender o expresar (soy periodista, no abogado). Primero, Moggi fue acusado y encontrado culpable de "deslealtad deportiva" y no de "ilícito deportivo". Es decir, la deslealtad significa que trató de obtener ventajas para su club de un modo ilegal, pero no llegó a comprar ningún partido pues no tuvo contacto con los directos involucrados (los jugadores). Segundo, la Juventus y su nueva dirigencia, al ver la evidencia mostrada por Moggi en contra de Moratti y el Inter, decidió tomar acciones legales para buscar una compensación por los daños causados a su entidad debido a semejante injusticia, ya que la deslealtad deportiva respecta exclusivamente a Moggi, pero no a toda la entidad y por supuesto que tampoco a los jugadores, como sí hubiese sido en caso de ilícito deportivo. Según la familia Agnelli la Juventus, los jugadores y demás empleados de dicha sociedad, eran inocentes de toda culpa y no debieron ser penalizados por las acciones en secreto de Luciano Moggi.
Andrea Agnelli |
La Juventus, a través de su presidente Andrea Agnelli, instó a la FIGC a retirar el Scudetto 2005-2006 asignado injustamente al Inter y devolverlo a manos de la entidad bianconera, así como el 2004-2005 anulado, en vista de la evidencia del proceso de Napoli. Además, exigieron 444 millones de euros de resarcimiento por los daños causados por semejante escándalo y sanción. La FIGC respondió de la peor manera posible: se declararon incompetentes para tomar acciones a pesar de aceptar la evidencia y los errores del 2006, dejando todo como estaba, con el Scudetto 2005-2006 colgando en las vitrinas del Internazionale, como una falsa copia de la Mona Lisa.
Ahí lo tienen, la verdad al final salió a la luz pero la burocracia y el sistema de justicia deportiva italiano permitieron una enorme cazzata. Debo agregar que la Juventus apeló a la justicia ordinaria para poner orden donde la justicia deportiva se declaró incompetente, pero la FIFA establece muy claramente que cualquier problema que requiera la incursión de la justicia ordinaria de un país significará la sanción y exclusión de la federación de dicho país de las competiciones internacionales afiliadas. La Juve retiró la apelación al final, quedándose con las manos vacías y el hambre en el cuerpo, hambre que fue saciada por Antonio Conte en el 2012 al ganar el Scudetto nuevamente después de 6 largos años.
No es sorpresa que tanto Agnelli como toda la fanaticada juventina aseguren ahora que esos títulos aún le pertenecen y que Conte ha ganado el Scudetto #30, así que han de coserse en las camisetas la tercera estrella dorada, una tradición italiana que fue instaurada hace más de 50 años por Umberto Agnelli, abuelo del actual presidente bianconero, y que luego fue adoptada por muchos clubes en todo el mundo. De hecho, de ganar la final de la Coppa Italia este domingo próximo ante el Napoli la Juventus se convertiría también en el primer equipo en lograr 10 títulos de dicha competición, por lo que se habrán ganado el derecho a portar una estrella plateada en sus camisetas, además de las doradas. Toda Italia espera con ansia ver el diseño de la próxima camiseta de la Vecchia Signora, excepto quizás Massimo Moratti claro.
Como había dicho al inicio, este título significa mucho para el gremio bianconero por la historia que trae consigo tanto como por el modo en que fue logrado. Conte cierra un ciclo de oscuridad y regresa a la Vecchia Signora a la gloria de la mejor manera, con un equipo formado desde la base, la defensa más sólida de Italia y de toda Europa, tan sólo 18 goles recibidos en 38 partidos, ni una sola derrota. Además, el bloque está formado casi en su totalidad por jugadores hechos en casa, italianos, acompañados por unos pocos extranjeros que le dan el talento y el valor agregado al equipo, la mezcla perfecta. Digamos que a Cesare Prandelli le bastará completar los espacios vacíos y utilizar a la Juventus como base de la Azzurra en la Euro 2012.
Antonio Conte |
Antonio Conte ha mostrado capacidades excepcionales a nivel gerencial pues no se ha registrado ningún caso de descontento o problema interno en un vestuario donde el capitán fue relegado al banquillo casi toda la temporada, con varios jugadores nuevos e inexpertos. Pero la mejor característica del equipo de Conte, que es la que creo los llevará bien lejos en Europa la próxima temporada, es la versatilidad táctica. Luego de crecer futbolísticamente bajo las enseñanzas de Arrigo Sacchi y Marcello Lippi, hemos visto al ex centrocampista bianconero aplicar perfectamente lo mejor de cada uno de sus maestros en el juego de la Juve. Comenzando la temporada con una plantilla diseñada para jugar al 4-2-4 que tanto éxito le dió en el pasado, decidió dejar el dogma de lado y aceptar que ante tantos limones era mejor hacer limonada. Adaptó el equipo a las necesidades de su mayor estrella, Andrea Pirlo, un trofeo de guerra que el Milan decidió regalar al enemigo.
Con Pirlo al timón, la juve practicó el mejor fútbol de toda Europa, sin lugar a dudas, amoldándose al rival de turno para así explotar sus defectos de la mejor manera, sea con 4-3-3 o 3-5-2, y hasta 4-1-4-1 en alguna ocasión. Sus jugadores se demostraron pupilos ejemplares y ejecutaron más de una función, desdoblándose en tareas tanto defensivas como ofensivas, siempre manteniendo la premisa que lo primero es la solidez defensiva. En pocas palabras, la Juve jugó como el mejor Barcelona de Pep, pero con mayor verticalidad y un ritmo 10 veces más acelerado. Para ponerlo de ejemplo, Conte al mando del Barcelona no hubiese sido eliminado ante el Chelsea por no renunciar a su filosofía juego.
La única flaqueza de este equipo casi perfecto es el poco peso en ataque, defecto que posiblemente sea resuelto este verano con la llegada de algún delantero de clase mundial. El máximo anotador del club fue Matri con 10 goles, muy poco realmente, pero lograron el récord de 20 goleadores distintos, demostrando una capacidad asociativa muy eficiente. El mercado ofrece actualmente varios nombres apetecibles, cada uno con sus pros y contras, pero en mi opinión el más adecuado es Edinson Cavani. El uruguayo, a sus 25 años, sería la pieza perfecta para la Vecchia Signora pues está acostumbrado (y con éxito) a jugar en Italia, está entrando en la edad dorada del futbolista cuando se equilibran su capacidad física y su experiencia, y no tiene problema alguno en adaptarse a cualquiera de los módulos establecidos por Conte pues son habituales en su selección (4-3-3) así como en el Napoli (3-5-2).
Juventus 2012/2013... ¿? |
La Juventus tendrá un verano intenso y movido, reforzando al equipo con las piezas necesarias para dar el gran asalto a Europa la temporada que viene, una Europa sin dueño aparente luego de la caída del Reino de Guardiola. Si en Italia será una temporada próspera pues Milan, Inter y Roma se encuentran en construcción, mientras Napoli, Lazio y Udinese difícilmente sean competencia para el sólido equipo de Conte, en Europa será guerra abierta contra Madrid, Barcelona, Bayern y Chelsea para obtener la Orejona que se le escapó a Lippi en 4 ocasiones.
Hay una nueva potencia en Europa y viste de rayas blancas y negras. Es el primer y único club de Italia que posee un estadio de propiedad. Se llama Juventus FC. La Novia de Italia vuelve a su casa, más peligrosa que nunca, con hambre de gloria y sed de vendetta. La Vecchia Signora ha vuelto.
"Detrás de toda fortuna existe un crímen" - Balzac