Empezando desde abajo, podemos ver que el campeonato francés probablemente cambiará de colores. El Olympique Lyonnais ha ganado los últimos 7 torneos consecutivos, haciendo historia y marcando una formidable época. Sin embargo, el ciclo parece que finalmente terminará con el regreso a la cima del Olympique Marseille, quien es además el único club francés que se ha titulado campeón de Europa.
En Alemania las cosas siguen emocionantes e impredecibles. Entre el Wolfsburg que comanda el torneo y el Hamburg que va 5to hay solo 3 puntos de diferencia. El antiguo imperio del Bayern München ha caído y pasará un tiempo antes de volver a ver al gigante de nuevo pisando a los pequeños, especialmente ahora que acaban de despedir a Klinsmann y empezarán otro proceso de cambio.
(abajo: Jürgen Klinsmann, despedido como entrenador del Bayern por no lograr defender con comodidad el título de la Bundesliga y hacer el ridículo en la Champions)
Mi bella Italia sigue igual, es decir, dominada por el Inter. Aparte de la evidente calidad y fuerza del equipo de Massimo Moratti, como ya mencioné previamente, la gran ventaja en la punta se debe al momentáneo proceso de renovación que atraviesan los rivales directos del Inter. Si el Inter fuese tan poderoso como parece estaría aún vivo en semifinales de Champions League. Es cuestión de poco tiempo para que los dos equipos más grandes de Italia regresen y retomen su lugar en el Olimpo italiano. Entonces y solo entonces volveremos a ver un torneo digno.
La Premier inglesa está casi muerta también. El Manchester tiene un partido aun por recuperar y lleva ya 3 puntos de ventaja sobre el segundo. El Liverpool tuvo una clara ocasión de ponerle emoción al torneo pero dejó dos puntos fundamentales hace un par de fechas en el partido que empataron 4-4 contra el Arsenal. Ya no hay mas encuentros directos entre los líderes así que las cosas no deberán cambiar mucho.
Tuve que hacer una pausa especial para La Liga española. Es por lejos el torneo más visto y seguido en América latina, y por lo tanto es también el más importante para mis lectores. Además, debo reconocer que este final de temporada se está convirtiendo en algo emocionante gracias al eterno duelo de los de siempre: culés y merengues.
(abajo: El recordado “Derby del Pasillo” en la portada de Marca aún duele en Can Barça. Ganar el Derby junto al Triplete sería una buena venganza culé)
Y es que lo mejor sale de sus fanáticos. Es un espectáculo para mí escuchar las opiniones de todos mis amigos, lectores y compañeros, la gran mayoría de uno de los dos grandes españoles. Los catalanes sueñan con el gran triplete de la temporada para restregárselo a los blancos en su momento de mayor euforia. Por su parte, los merengues tienen en la memoria aún frescas la imágenes de las últimas dos Ligas, ambas “regaladas” al último minuto cuando el Barcelona parecía que se caía a pedazos solito. El duelo de este año sigue fiel a su tradición.
La fecha 33 del torneo de fútbol español fue precisamente un ejemplo del drama de final de temporada. El Barcelona empató sobre la hora ante el Valencia dejándole una oportunidad a la esperanza blanca. El Madrid tuvo entonces que vencer al Sevilla para aprovechar la ocasión. No juega muy bien el Madrid pero logra explotar los errores del rival, luchando hasta el final con más razón que orden, y aparentemente el Sevilla no quiso ponerle mucha resistencia tampoco. Eso me dice además que la goleada recibida ante el Barcelona la semana pasada tiene mayor explicación en la mediocridad del Sevilla y no tanto en la calidad culé.
Ahora se viene el gran Derby, el que puede decidir este torneo de una vez por todas. El Madrid llega con los ánimos por el cielo, tienen poco que perder y todo por ganar. Son evidentemente el peor equipo pero se creen capaces de vencer a cualquiera, y eso en parte es necesario si de verdad quieren lograrlo. Tendrán que juntar las líneas mucho más de lo que lo han hecho hasta ahora, cerrando el espacio del rival y tratando de asfixiar la creación de Xavi Hernández, el mejor jugador del Barcelona por encima de Messi, digan lo que digan. Solo jugando de esa forma, al contragolpe y con presión en el mediocampo, podrán tener éxito.
El Barcelona por su parte debe solo hacer su trabajo con calma. Tiene todo a favor, incluida la tranquilidad de saberse superior. El único punto débil de los culés es el sistema defensivo, especialmente cuando los sorprenden en contragolpe porque Dani Alves está siempre arriba y por la izquierda Abidal no ha estado en su mejor temporada, lesionado casi siempre. Además, jamás olviden que tienen un payaso en la portería. La mejor manera que tienen para defender es la posesión del balón, exactamente el punto más fuerte del equipo. Si no pierden el balón no pueden recibir goles ni deben preocuparse tampoco por una nueva locura de Víctor Valdés.
(arriba: Raúl y Messi, las dos caras del Derby. ¿Quién será el protagonista?)
Los blancos tienen toda la semana para preparar ese juego, pero el club culé tiene primero que distribuir fuerzas entre sus tareas. Sí señores, no crean que lo olvidé, mañana hay Champions! El Barcelona enfrenta nada más y nada menos que al Chelsea, actual sub-campeón de Europa e Inglaterra. Es uno de los duelos más interesantes de los últimos 5 años, desde la llegada de Laporta y Abramovich al comando de ambos clubes.
No le he dado mucho crédito al Chelsea este año y, aunque tuve razón al hacerlo cuando estaba bajo las órdenes de Scolari (porque Scolari es un inepto y no me caso de decirlo), me equivoqué con la llegada de Guus Hiddink apostando por la Juventus en los octavos. Ahora las cosas cambiaron y el equipo se parece mucho más al monstruo que creó un cierto portugués de Setúbal (el gran Mou) hace 5 años.
Había dicho que el Barcelona terminaría su carrera europea en cuartos porque encontraría un rival que finalmente lo apretaría donde le duele, desnudando sus flaquezas. El Bayern München me traicionó pero el Chelsea ha demostrado que debí esperar un turno más y apostar por ellos en semifinales. Voy a repetir la apuesta: hasta aquí llega la aventura de Guardiola en Europa. Si alguien puede encontrar la fórmula para frenar el tren Messi-Alves de la banda derecha y ahogar a Xavi en el medio, ese seguro es El Mago de Oz, mejor conocido como Guus Hiddink. De la defensa blaugrana se encargará Didier Drogba. Puyol y Piqué están advertidos. EL CHELSEA PASA A LA FINAL.
(arriba: Drogba se entiende de maravilla con su entrenador, como en los buenos tiempos de Mourinho)
El otro duelo será más parejo de lo que aparenta. Contra los equipos de media tabla en la Premier, el equipo de Arsene Wenger ha sufrido bastante durante toda la temporada, a diferencia del Manchester United. Sin embargo, en los enfrentamientos directos los resultados dicen que el equipo de Ferguson pierde la confianza y el control que lo caracterizan. No soy fanático del Arsenal o de Wenger, pero tengo que reconocer que hasta ahora ha sabido encontrar la estrategia para sorprender siempre a Sir Alex Ferguson tácticamente. Apuesto claramente por una victoria del Arsenal, aunque no será fácil, pero considero que Wenger volverá a superar a su más viejo rival en la preparación del partido. Del resto se encargará Cesc Fábregas (el mejor de su equipo, por lejos) en el campo, finalmente recuperado de sus lesiones. EL ARSENAL PASA A LA FINAL.
Ahí lo tienen. Empiezan las apuestas y los comentarios (en mi contra, me imagino). Durante la semana los mantendré actualizados a través de facebook sobre todos los juegos y las novedades (pueden encontrar el link en la columna de la derecha). Nos vemos el lunes para comentar los juegos, y veremos quién saldrá llorando del Bernabéu. ¿Hala Madrid o Força Barça?