Yo nací en un país que hoy se encuentra
dividido socialmente. Al igual que Egipto, Siria o México, mi país registra una
cantidad de muertos por día que sólo puedo describir como dantesca. No tengo
idea de cuándo acabará el conflicto social, pero estoy seguro que este viernes
por la noche, durante 90 minutos, el conflicto desaparecerá y toda la nación
dejará de ser roja o azul para unirse bajo un color único, el Vinotinto.
Las eliminatorias sudamericanas al mundial
Brasil 2014 entran en su recta final entre septiembre y octubre cuando se
jugarán las últimas 4 jornadas que determinarán cuáles serán las selecciones elegidas
para estar en el sorteo de diciembre. Son sólo 9 naciones pues Brasil ya está clasificada
como sede, y 4 son los cupos directos al mundial, dejando un último cupo, el 5to,
a disputarse en un playoff de ida y vuelta frente al ganador de la 5ta
ronda de clasificación asiática. De las 10 selecciones que conforman la
Confederación Sudamericana (Conmebol) tan sólo una no ha accedido nunca a un
mundial FIFA: Venezuela.
La
Vinotinto, para los que no lo saben, obtiene su nombre de la mezcla de los tres
colores que conforman su bandera
(Amarillo, Azul y Rojo. ¡Hagan la prueba con creyones!), para así diferenciarse
de Colombia y Ecuador quienes comparten una similar conformación cromática.
Históricamente, la ubicación geográfica de Venezuela le ha llevado a recibir
mayor influencia caribeña y estadounidense que propiamente sudamericana, o lo
que es lo mismo, sabemos más de Baseball que de Football. La historia deportiva
del país indica que el deporte rey apenas empezó a desarrollarse con fuerza en
la segunda mitad del siglo XX gracias a la masiva migración de italianos,
españoles y portugueses al territorio criollo.
Deportivo Italia (1948-1996) |
Fue un grupo de italianos quienes, en 1948,
fundaron el primer club de fútbol venezolano. Lo llamaron Deportivo Italia F.C. y,
no puede ser sorpresa, eligieron una camiseta azul con pantalones blancos como
uniforme emulando a la Nazionale Azzurra de sus orígenes. Durante los
siguientes 50 años varios otros clubes fueron fundados en el territorio
nacional y el fútbol fue ganando poco a poco popularidad, pero siempre a la
sombra del baseball.
La influencia europea acumulada durante esos
50 años finalmente dio origen a un período de transición importante que
coincidió con la llegada del nuevo milenio, generando talentos que llamaron la
atención de ciertos clubes del viejo continente. El jugador que mejor ilustra
esta evolución del fútbol venezolano es el actual capitán Juan Arango. Su
llegada al RCD Mallorca en 2004 (recientemente huérfano de Samuel Eto’o)
significó ver por primera vez un Vinotinto en la Primera División del país ibérico.
La progresión de Arango ha ido de la
mano durante una década con la selección nacional que, nunca como hoy,
tiene reales posibilidades de acudir a un mundial.
Este viernes 6 de septiembre a las 20:30
UTC-4 se disputará en el Estadio Nacional de Santiago de Chile un partido que fácilmente
es el más trascendental en la historia de la Vinotinto. Se puede decir que los
planetas se han alineado a favor de Venezuela durante este proceso eliminatorio
quitando del medio los obstáculos más grandes: Brasil y Argentina. El primero
no participa por ser sede y el segundo atravesó un período terrible con Batista
al inicio de las eliminatorias que le permitió a Venezuela derrotar por primera
vez en su historia a la Albiceleste; incluso Uruguay atravesó un período
similar concediendo un empate en Montevideo. Actualmente, la selección de
Venezuela está al mismo nivel de todos los demás equipos de Sudamérica, como lo demostró la Copa
América 2011 donde perdieron por penales la semifinal ante Paraguay luego de 90
minutos sin goles, así que la
clasificación estaría al alcance.
Para lograr semejante hazaña, sin embargo,
será necesario un partido casi perfecto de parte de los muchachos de Farías.
Todo lo visto hasta ahora en dos años de eliminatorias indica que la Vinotinto
jugará con un 4-4-2 clásico frente al posible 4-3-3 de la Roja. La pelota será
austral y la contra será caribeña. Según la prensa, Chile alineará a Bravo en
la puerta; Isla, Medel, Rojas y Mena estarían en defensa; Pizarro sería el
director de orquesta en la media junto a Vidal y uno entre Valdivia y
Gutiérrez; y arriba Alexis y Beausejour acompañarían a Vargas como punta
central.
Posibles equipos |
Por su parte, la mejor noticia para Venezuela es la ausencia de Renny Vega en la
convocatoria. El portero del Caracas FC ha sido de las peores cosas que he
visto bajo los palos en un campo de fútbol, comparable con el brasileño Dida,
cometiendo errores banales por falta de concentración que cuestan goles
valiosos y puntos en la tabla. El mejor ejemplo fue justamente el último
partido disputado por la Vinotinto, en la altura de La Paz, donde sacar un
resultado es difícil incluso para Brasil o Argentina. Venezuela se encontraba
en ventaja y fue gracias a un triste error del portero que subió el empate al
marcador. En su lugar estará seguramente Dani Hernández, autor de espléndidas
intervenciones cada vez que fue titular.
La otra buena noticia es el regreso a la actividad
de Fernando Amorebieta luego de su lesión, formará pareja con Vizcarrondo en
defensa, acompañados por Cichero en la izquierda y probablemente Rosales en la
derecha. La mala noticia es la ausencia de Tomás Rincón en la medular por
acumulación de tarjetas, lo que obliga a Farías a buscar otro jugador de
recuperación. Es posible que Giacomo Di Giorgi sea el elegido para formar junto
a Seijas el muro. Junto a ellos imagino al “maestrico” González por derecha, y
por supuesto el capitán Arango por izquierda. Arriba, Josef Martínez debería
ser titular junto a Salomón Rondón.
Las
posibilidades de Venezuela pasan por tres elementos fundamentales: 1)
Las líneas deben permanecer juntas durante 90 minutos, con no más de 5
metros de distancia entre la defensa y el mediocampo. La retaguardia no deberá
nunca pisar la medialuna o correrán el riesgo de regalar el disparo de media
distancia a Chile; 2) Juan Arango deberá
influir psicológicamente a sus compañeros y ser el líder del equipo más que
nunca. La presión de ser visitante y estar tan cerca de la gloria será un peso
superior a cualquier cosa que estos jugadores hayan sentido en sus vidas, por
lo que necesitarán mantener la concentración los 90 minutos; 3) Rondón tiene que imponer su físico.
Tendrá pocas oportunidades durante el partido pues imagino que la pelota le
llegará 3-4 veces, pero su trabajo sin balón será igual o más importante. Su
físico le permitirá estar siempre en ventaja de espaldas al arco cuando reciba,
por lo que debe aprovechar esta ocasión para demostrarle al mundo de qué pasta
está hecho.
Si la selección venezolana llega a fallar en
su misión chilena y regresan de Santiago con una derrota, más de la mitad de
las probabilidades de ir al mundial se habrán esfumado. El problema es que le
quedan sólo dos partidos por disputar pues la última fecha le toca descansar,
lo que le permite a uno de sus rivales directos por esa última plaza (Uruguay)
sumar 3 puntos adicionales. Actualmente la tabla de posiciones se encuentra
así:
Y estos son los partidos que quedan en el
calendario:
La matemática indica pues que si Chile
obtiene más de un punto en los 3 partidos restantes Venezuela necesitará que
Uruguay se quede fuera del mundial para poder tomar su lugar. Yo sinceramente,
a pesar de la dificultad del calendario para Uruguay, confío plenamente que los
charrúa lograrán sacar la garra que les faltó en los últimos encuentros y, tal
como hicieron en la Confederations, recuperen a tiempo el nivel necesario para
llegar a Brasil. No espero favores de Uruguay, por lo que tan sólo veo posible una clasificación
Vinotinto eliminando a Chile.
Argentina,
Colombia y Ecuador realmente tendrían que hacer un harakiri para no clasificar
a estas alturas, mientras
que Bolivia y Paraguay están virtualmente fuera del torneo. Perú conserva aún
ligeras esperanzas pero menores incluso a las de Venezuela. Así, las últimas
cuatro fechas nos ofrecerán un duelo a muerte entre chilenos, uruguayos y
venezolanos. Sólo hay lugar para dos. La historia y la lógica indican que serán
los caribeños los que tengan que esperar otros 4 años por intentar
clasificarse, pero en el otoño del 2011 cuando este proceso inició escribí que
Venezuela lograría estar en el próximo mundial. Lo creí posible entonces, lo
creo aún. El sueño Vinotinto continúa.
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