Continúa la etapa de grupos de la UEFA Champions League con varios
partidos potencialmente emocionantes, particularmente uno que promete ritmos
altísimos y goles como lo será la visita del Dortmund al Emirates Stadium. Sin
embargo, las miradas del mundo estarán como siempre sobre los dos grandes de
España, por lejos los más mediáticos del planeta, especialmente porque librarán
batallas de ida y vuelta con los dos clubes más exitosos de Italia: Milan y
Juventus.
Hoy nos concentramos en el primero de estos duelos ítalo-ibéricos:
en el Stadio San Siro de la ciudad de
Milano, La Scala del Calcio, el Milan
recibe al Barcelona.
Con esta ya son 3 temporadas consecutivas de enfrentamientos entre
estos dos clubes, y en la historia reciente el equipo blaugrana ha salido
siempre mejor parado que su rival italiano. Es normal, el Barcelona atraviesa
los mejores años de toda su historia mientras el Milan se acerca a los peores,
cada día un paso más próximo de no clasificar a torneos europeos a final de
temporada.
El año pasado el Barça se llevó una sorpresiva derrota por 2-0 de
este mismo estadio y con ese son dos los
partidos seguidos que los culés no anotan un gol en San Siro. Sin embargo,
no espero lo mismo hoy. De hecho, hay demasiadas diferencias respecto al pasado
como para esperar el mismo resultado, y todas las diferencias favorecen al
visitante.
Para empezar, hay que entender que el año pasado sucedieron dos
anomalías que permitieron aquella victoria rossonera, y el 4-0 del Camp Nou fue
mucho más fiel a la realidad de ambos equipos una vez que las anomalías no se
repitieron. Primero, los defensores del
Milan jugaron extrañamente concentrados durante todo el encuentro,
acertados en cada entrada sin cometer falta y con un excelente estado físico
para aguantar las carreras del rival. Estamos hablando de defensores como Mexès
y Zapata quienes han demostrado una constante incapacidad para jugar a este
nivel, cometiendo errores cada vez que se les exige. El hecho que hayan jugado
un partido muy por encima de su nivel habitual no asegura que lo vuelvan a
hacer.
Segundo, el Barcelona se
encontraba el año pasado en San Siro huérfano de su entrenador, y el pobre
Roura no estaba capacitado para manejar un equipo de semejante calibre en esa
situación. Los cambios que nunca llegaron, las órdenes que no fueron bien
difundidas a sus jugadores, el planteamiento táctico predecible, fueron todos
factores que inclinaron la balanza hacia el lado del Milan que además, como ya
dijimos, disfrutó de una extraña noche de concentración defensiva, ayudada por
la falta de sorpresa rival.
Esta vez tenemos un Barça completamente diferente. Gerardo Martino
ha metido la mano en la masa (no la confundan con la Masía) para darle un sabor
distinto al juego del conjunto culé. Poco a poco va cambiando piel el Barça y
desaparece la antigua capa de guardiolismo
que los obligaba a jugar de una forma única y limitada por sus propias
capacidades individuales. Por ejemplo, las
constantes diagonales por banda llegan en pareja, sea Neymar con Adriano (o
Alba cuando recupere) por izquierda, o Alexis (o Pedro, se turnan) con Alves
por derecha, causando siempre que la defensa rival se desplace y aumenten las
distancias entre los centrales, abriendo mayores espacios por el centro.
Otro factor importante
que el Tata ha logrado introducir en el juego culé es el pelotazo desde la
defensa. Piqué tiene un pie bastante educado y es
capaz de lanzar un balón en largo desde su zona para que lo reciba alguno de
los extremos que se encuentre desmarcado, pegado a la banda, exactamente como
hace Scolari en Brasil (así volvió loco Neymar a la defensa española en la
ConfeCup). En situaciones complicadas se hace muy útil recurrir a este pelotazo
para dar respiro al equipo y luego subir líneas poco a poco para recuperar
terreno.
Por último, el cambio más
importante hasta ahora que Martino ha traído al Barça son las rotaciones.
La plantilla blaugrana fue construida mucho antes de la llegada del argentino
al banquillo y para entonces era muy tarde para repararla, y aunque Zubizarreta
diga lo contrario, cualquier persona en uso de razón entiende que al Barcelona
le hacen falta jugadores de calidad en la banca para una temporada tan larga y
con tanta exigencia. Martino lo sabe, por lo que ha hecho lo imposible para no
estresar los músculos de ninguno de sus pupilos mediante rotaciones constantes.
Uno de los que más ha jugado hasta ahora es justamente Xavi Hernández, y sería
lógico que le tocase hoy descansar en favor de Fábregas.
Así, imagino que el Barça saltará al campo de San Siro con su
típico 4-3-3: Valdés en la portería; Alves, Piqué, Puyol y Adriano en defensa;
Fábregas, Busquets e Iniesta en la sala de máquinas; Alexis, Messi y Neymar en
el ataque. El capitán Puyol regresó apenas este fin de semana y su estado
físico parece óptimo por ahora, así que es muy probable que repita de titular
esta vez, asumiendo que para el Clásico del sábado lo sustituirá Bartra, o
Mascherano si ya está disponible.
Y, ¿qué hay del Milan? Pues Allegri no ha contado con la plantilla
al completo desde que empezó la temporada, por lo que todas las grietas del
equipo hacen agua cada vez que le aprietan, y le aprietan muy seguido. Abbiati
está fuera de combate, De Sciglio sigue recuperándose, Kaká apenas jugó unos
minutos el fin de semana y dice no estar listo para ser titular, El Shaarawy no
estará recuperado hasta noviembre y Balotelli es duda por el golpe que recibió
con la Azzurra. Hasta ahí la información confirmada.
Por supuesto, leyendo hoy la prensa me doy cuenta que existen
altas posibilidades de que Allegri esté escondiendo sus cartas, no sería la
primera vez, quizás uno de los pocos méritos que tiene este entrenador. En ese
sentido, yo apostaría que Kaká y Balotelli serán titulares para sorpresa de
todos. Según Julio Maldonado (periodista de Canal+) Kaká pactó con Allegri
jugar 20 mins el sábado ante Udinese y 70 mins hoy, algo que tiene sentido.
Además, es muy posible que se haya oscurecido la información del golpe recibido
por Balotelli para poder usarlo hoy titular por sorpresa, y es que un Balotelli
al 70% es mejor que cualquier otro delantero rossonero al 100%.
Dicho esto, el Milan debería ofrecer esta titular con 4-3-1-2:
Amelia en la puerta; Abate, Mexès, Zapata y Constant en defensa; Montolivo, De
Jong y Poli en la media; Birsa de enganche y arriba Kaká detrás de Balotelli.
Si no me equivoco, Allegri estaría
apostando por usar al brasileño justo en la demarcación que lo llevó a ganar el
Ballon d’Or 2007, como segunda punta
acompañado por un enganche que sería Birsa y detrás de un goleador que sería
Balo. Por supuesto, Birsa no es Seedorf y Balo no es Inzaghi, pero el esloveno
ha mostrado por lo menos tener buenas cualidades técnicas y bastante capacidad
de sacrificio, mientras que sobre Balotelli sobran las palabras.
Probables equipos |
Eventualmente Allegri podría reventar mi burbuja y elegir a
Robinho titular, tirando todas sus posibilidades de éxito a la basura. De todos
modos, como ya dije la clave estará no tanto en la capacidad del Milan para contragolpear
(muy buenas con Balo + Kaká’; muy malas si juega Robinho) sino en su
incapacidad para defenderse ante Messi, Neymar y compañía. No creo que se
repitan las anomalías del año pasado.
La pelota será con toda probabilidad blaugrana. Allegri ya declaró
ayer en rueda de prensa que espera repetir el rendimiento del año pasado y el
partido que disputó el Barça este sábado ante Osasuna le da esperanzas, pero
las situaciones son muy diferentes. El
campo de San Siro es más ancho que el Sadar y se parece al Camp Nou, lo que
favorece el juego del Barça, aunque el estado del césped seguro será algo
indecente pero ya dijimos que el Tata ha expandido el horizonte del Barcelona
para evitar usar excusas tan baratas como esa, aunque a Xavi no le guste.
Me encantaría ver una victoria del Milan nuevamente, otro 2-0 con
goles de Kaká y Balotelli, sería un sueño para el fanático rossonero que llevo
por dentro, pero eso son sueños y nada más. Pensando como periodista, voy a pronosticar un 1-3 para el Barça.
Como siempre, el pronóstico se basa en la lógica y las estadísticas, es tratar
de extrapolar los valores que la realidad nos muestra y algunas veces
aventurarnos en una predicción a ciegas mediante nuestra intuición. Pero no hay
deporte más impredecible que este, por eso es el más hermoso del mundo. Mañana
hablaremos del Madrid y la Juve. Que ruede la pelota.
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