GASPERINI vs EL FANTASMA DE MOURINHO

Hoy miércoles 21 de septiembre 2011 a las 12:30 CET se hizo efectiva la destitución del entrenador del FC Internazionale Milano, Gianpiero Gasperini, a través de un comunicado oficial de la entidad lombarda. Gabriel García Márquez diría que era la crónica de un despido anunciado. 

Gianpiero Gasperini y el fantasma que lo persiguió hasta su despido: José Mourinho

Como dije en mi más reciente post, Gasperini estaba haciendo todo mal y era lo más normal que la historia terminara así. Sin embargo hoy no vengo a hacer leña del árbol caído sino a dar una visión del futuro Nerazzurro. Ya sabemos todo lo que sucedió, ya sabemos que el famoso 3-4-3 no sólo es un esquema no apto para la plantilla del Inter sino que fue desarrollado de manera incorreta por parte del entrenador. Ya el daño está hecho y Gasperini se fue pero eso no soluciona las cosas, es apenas el primer paso hacia la reconstucción de las ruinas que son ahora el actual club campeón del mundo. 

Vamos a asumir que yo soy Massimo Moratti por un día y tengo en mis manos el destino de mi equipo, soy yo quien toma todas las decisiones. ¿Qué hacer? ¿A quién contratar? ¿A quién darle las riendas del primer equipo y hasta cuándo? ¿Será mejor un entrenador temporal hasta final de temporada o quizás arriesgarme con un nuevo proyecto a largo plazo que quizás pueda quemar lo poco bueno que le queda al equipo? Son tantas preguntas sin respuesta que pasan por la cabeza de Moratti, y el tiempo es el enemigo más impietoso que existe. 

Empecemos por analizar la escena del crímen. ¿Por qué se derrumbó el equipo de Gasperini? Pues como ya dijimos sus jugadores no eran aptos para jugar al 3-4-3. No obstante, si en una cosa tenía razón el entrenador era en su afirmación de que el problema no era de posicionamiento dentro del campo, no era tan importante jugar con 3 o 4 defensores, el factor determinante era la actitud de los jugadores, que, vista la evidencia, tampoco quedan libres de culpa. Parecía que ciertos jugadores no daban el 100% en el campo, no se esforzaban al máximo o simplemente estaban desconcentrados, demasiado ocupados tratando de adaptarse a las directrices del entrenador como para desarrollar con comodidad su talento. En pocas palabras, los jugadores no le tenían fe al entrenador. 

Cuando un grupo de futbolistas se sienten incómodos con su entrenador lo más normal es que no haya cohesión dentro del campo, no se siguen las órdenes y los resultados no llegan en consecuencia. No tiene ciencia, un empleado infeliz es un empleado mediocre, así de simple. Pues parte del trabajo de Gasperini era motivar a sus jugadores, sacar lo mejor de ellos, como en el pasado lo hizo un cierto José Mourinho. 

Con este once habitual Mourinho ganó el Triplete. ¿Será tan difícil emularlo?

De hecho el portugués de Setúbal es la clave del éxito de este equipo, fue él quien lo armó de arriba a abajo, fue él quien les inculcó los principios de presión y sacrificio defensivo en posiciones avanzadas para robar balones y atacar en velocidad. Fue Mourinho quién creó el equipo campeón del mundo y siguen siendo sus jugadores los que salen al campo desde que se fue, por eso no tuvo éxito Benítez y tampoco lo hizo mejor Leonardo, ambos trataron de ir en contra de la estela del portugués y sus jugadores naturalmente reaccionaron adversamente. Evidentemente no es posible traerlo a Mou pero sí quizás un entrenador de perfil bajo que continúe su misma filosofía, lo necesario para motivar a los jugadores y recuperar al colectivo. Las palabras de Moratti acerca de Gasperini fueron lacónicas anoche al final del juego: "no me pareció que tuviese el equipo en la mano". 

Ante una evidencia tan clara se me ocurren dos cosas: una es traer a un entrenador económico, como ya dije de bajo perfil, que no cueste mucho y que no sea pretencioso esperando un proyecto a largo plazo, simplemente que continúe la labor de Mourinho con los jugadores a disposición por un rato, como dicen en Italia un traghettatore. Existe un hombre que llena el perfil a la perfección y se llama Giuseppe Baresi, el que era asistente de Mourinho entonces y lo sigue siendo en el Inter. En mi opinión sería perfecto para el trabajo pues ya conoce a los jugadores, todos saben quién es, le tienen confianza y han compartido victorias y derrotas juntos. Además no cuesta un centavo pues ya forma parte del club. Lamentablemente Moratti ya dijo que no optará por la solución "interna" y Baresi queda descartado. 

La otra alternativa es evidentemente un entrenador tipo Guus Hiddink, uno con experiencia, capacidad de adaptación a proyectos de corto plazo y suficiente reputación para ganarse el respeto de sus jugadores en poco tiempo. Creo que con él se podría recuperar la temporada pero no tengo idea de su disponibilidad actual. Sea quien sea el próximo condenado de Moratti probablemente llegará luego del partido del fin de semana. Tradicionalmente será Baresi quien dirija a los Nerazzurri desde el banquillo hasta que legue el nuevo aunque será muy curioso ver ahora qué formación elige hasta entonces pues no tiene ya la obligación de usar el 3-4-3, de hecho, si me preguntan yo apuesto por un 4-3-1-2 clásico con dos puntas. 

Este era el once preferido de Gasperini al mando del Inter. Simplemente inestable

Ahora, supongamos que Baresi o quien sea toma al equipo y se propone levantarlo para recuperar la temporada. Supongamos incluso que el sujeto en cuestión logra motivar a los jugadores como para que se concentren al máximo durante el juego, que le tengan fe al entrenador y sigan órdenes sin protestar, como buenos soldados. Entonces estaríamos hablando de una base suficientemente sólida para proponer un esquema que no perjudique a sus juadores sino que los explote al máximo de su potencial. 

Considerando las lesiones y el estado actual de la plantilla, yo propongo esto: un 4-3-1-2 clásico donde la defensa sería la misma del Triplete de Mou. Maicon está leisonado así que sería necesario rotar a Jonathan con el joven Faraoni por derecha, o incluso Zanetti en caso de necesidad aunque al Pupi lo prefiero en la media. En la izquierda sería Chivu el titular con Nagatomo listo para relevarlo si es necesario. En el centro tenemos a Samuel, Lúcio y Ranocchia, todos de altísimo nivel y sería cuestión de rotarlos para tener siempre dos centrales de calidad con otro en la banca. Delante de la defensa no puede haber otro que no sea el Cuchu Cambiasso, protegiendo a los centrales mientras los laterales suben al ataque. 

Acompañando al Cuchu obviamente el capitán Zanetti por derecha con Stankovic por izquierda. Me falta Thiago Motta por lesión ya que tendría preferencia para jugar por el serbio, cambiando la posición con Cambiasso, así que habrá que esperar su recuperación. Las alternativas son pocas visto que Obi, Poli y Muntari no están ni cerca del nivel de los titulares. Esta es la zona que deberá atacar Moratti durante el mercado de invierno para reforzar de alguna manera el equipo. Vendría como anillo al dedo Montolivo que definitivamente dejará la Fiorentina pero será un derby contra el Milan por su contratación. 

El ataque es la mejor parte de este equipo sin lugar a dudas. Detrás de las dos puntas hay un elegido sin competencia: Wesley Sneijder. El holandés es el 10 ideal cuando juega en su zona y es un crímen obligarlo a sacrificarse en otras labores. Como alternativa existe un gran talento argentino llamado Ricardo Álvarez: velocidad, dribbling, potencia y definición, reminisciente de un Ricardo brasileño que se paseaba por los campos del Meazza hace pocos años con la camieta rossonera. La pareja de delanteros es envidiable pues contaría con Diego Forlán detrás de uno entre Diego Milito y Gianpaolo Pazzini, dejando en la banca a Mauro Zárate como cuarta alternativa. 

Esta es la mejor formación posible para el Internazionale hoy día. ¿Será la elegida?

Quedan por fuera jugadores ofensivos de talento como Castaignos y Moutinho Coutinho, que en una temporada larga serán útiles a la hora de enfrentar lesiones y otras complicaciones. Disputando la Serie A, la Champions League y la Coppa Italia la exigencia es altísima cuando tu equipo es el Internazionale, pero la plantilla es amplia y cuenta con calidad en toda las líneas. Si son aprovechados de modo adecuado se puede sacar un buen rendimiento de estos jugadores, completando el mediocampo con una o dos incorporaciones en invierno. Las herramientas están ahí al alcance de todos y la solución a los problemas del equipo Nerazzurro está en las manos de Moratti, solo queda esperar y ver si logra deshacerse del fantasma que sobrevuela el Meazza desde el 2010. Mientras tanto sigamos el resto de la jornada de la Serie A italiana esta noche esperando la primera victoria Rossonera (o un nuevo tropiezo que sería peligroso para la temporada) y la confirmación de la Juve y el Napoli en la cima, por supuesto con un ojo pendiente de lo que hacen el Barça y el Madrid e la Liga Bipolar. Hasta la próxima y que siga rodando la pelota.