(arriba: Andrés Iniesta celebra el golazo que llevó a su equipo a la final de Roma. El Triplete está cada vez más cerca)
Fue un desenlace genial para un juego intenso, lleno de emoción, no apto para cardíacos. El Chelsea hizo la tarea perfecta en defensa y volvió a anular la creación blaugrana, pero luego de matar al tigre le tuvo miedo al cuero. Dejó con vida al Barça por mucho tiempo y pagó el precio más alto por su falta de cinismo. Así pues, el equipo de Guardiola encontrará al rival esperado por todo el mundo: Manchester United.
Los Red Devils destruyeron al pobre Arsenal sin dificultad. Los niños de Wenger empezaron muy bien el juego, asustando la defensa del United en los primeros 10 minutos hasta que el destino los traicionó. En el momento de despejar un balón fácil, Gibbs se resbaló y quedó el balón a disposición de Park Ji-Sung quien anotó sin problemas. Los Gunners quedaron sin fuerza moral para luchar y el resto del juego fue un paseo del United.
Ahora sí, no hay para dónde correr ni esconderse. Los dos mejores equipos de Europa en la actualidad se enfrentarán en un duelo espectacular. No hay dudas de que, sea cual sea el vencedor, será un digno campeón de Europa.
Ya tendremos tiempo de hablar con detalle de esa final esperada, pero ahora toca hablar de otra final, una que ya se jugó hace unos años. Viajemos atrás en el tiempo hasta el miércoles 28 de mayo del 2003, en el estadio Old Trafford de Manchester, Inglaterra. Ese día se jugaba la final de la Champions League entre los dos equipos más exitosos el fútbol italiano: AC Milan y Juventus.
Estoy hablando de la Juventus, la Vecchia Signora del Calcio, el club más antiguo y más titulado de Italia con 29 Scudetti (léase veintinueve); y el AC Milan, el club más titulado del mundo actualmente (junto al Boca Júniors argentino) con 7 Champions League, 3 Copas Intercontinentales, 1 Mundial de Clubes, 5 Supercopas Europeas y 2 Recopas.
Ese encuentro clásico entre las dos potencias italianas se repitió ayer domingo con un resultado final de 1-1, dejando el camino libre para el que será el 4to Scudetto seguido del Inter, igualando al Milan con 17 en total. Antes se disputaban el título de mejor equipo de Europa y el mundo mientras que ayer pelearon por 3 migajas de puntos que dejaba el Inter en su camino al título. ¿Cómo llegamos a esto?
Existen muchas razones para explicar esta involución pero se puede fácilmente encontrar el punto de inflexión que inició semejante cambio: Calciopoli. Es mucha la información así que voy a tener que reservarme ciertos detalles para concentrarme en lo más relevante.
Durante la primavera 2006, la justicia deportiva italiana reveló unas conversaciones telefónicas grabadas durante el período 2004-2006, dentro de las cuales se evidenciaba la conexión de Luciano Moggi, en aquel entonces dirigente deportivo de la Juventus, con el gremio arbitral italiano. Se reveló lo que todo el mundo sospechaba, que la Juve usaba la ayuda arbitral para mejorar sus chances de victoria en los partidos del torneo local. Los principales dirigentes (Luciano Moggi, Roberto Bettega, Antonio Giraudo) renunciaron a sus cargos inmediatamente, dejando un vacío que hasta hoy no se ha colmado adecuadamente en el club.
(arriba: la antigua Tríade. De izquierda a derecha, Roberto Bettega, Luciano Moggi y Antonio Giraudo)
Se encontraron involucrados, aunque con menor nivel de complicidad, representantes de otros equipos como Milan, Lazio, Fiorentina y Genoa. Los equipos citados fueron penalizados con reducción de puntos en el torneo 2005-2006 de Serie A, así como también el torneo siguiente. La Juventus, sin embargo, fue relegada a la Serie B, despojada de los títulos 2004-2005 y 2005-2006, y por último recibió una penalización de puntos en el torneo de Serie B 2006-2007.
Ahora, pensemos con claridad un momento; ¿qué tan malo puede ser para un súper club como la Juve jugar un año en la B? Deportivamente no suena tan mal, pero económicamente es una tragedia griega. El presupuesto anual de la Juventus cuenta con los ingresos por premios de la Serie A, la Champions League y los patrocinadores. Pues le dijeron adiós a todo eso. La Serie B no paga casi nada, y sin Champions League también se fueron los patrocinadores. Ahora, ¿cómo le pagan los millones de sueldo a las súper estrellas de jugadores que tenían? Tuvieron que vender a varios solamente para pagar deudas, perdiendo automáticamente la calidad que los hacía tan fuertes.
(abajo: de izquierda a derecha, el presidente de la Juve actual Giovanni Cobogli Gigli, el entrenador Claudio Ranieri y los dirigentes Jean Claude Blanc y Alessio Secco)
Para regresar a los niveles de élite que merece su reputación, la Juve necesitaba un proyecto de reestructuración profundo y a largo plazo. El tiempo ha transcurrido y la Juve ha regresado poco a poco a jugar la Champions League, pero sigue lejos del nivel requerido para obtener algún título. El proceso es lento y requiere de tiempo aún. Todo esto estaba claro antes, se podía prever. Lo que no se esperaban los fanáticos juventinos era la falta de inteligencia de los dirigentes actuales. ¡Qué diferencia con la antigua Tríade!
Han cometido errores estratégicos graves que les han costado bien caro. Con tan poco presupuesto para comprar jugadores, es triste ver los millones que se perdieron en Tiago y Poulsen. Acertaron con la llegada de Amauri y Sissoko, pero no es suficiente. Trajeron varios jugadores juveniles para tapar ciertos huecos, descubriendo varios futuros talentos, pero la clave de todo es la palabra “futuro”. No pueden esperar que estos niños de 20 años exploten en dos días, por más buenos que sean.
Además de todo esto, hay que añadir los problemas con el entrenador. Ranieri es bueno, ha manejado ciertos momentos de dificultad con calma, pero a veces peca de conservador. Sus jugadores han sufrido una cantidad increíble de lesiones esta temporada, complicando su labor que ya de por sí es difícil. La sensación es que el tipo no sea el culpable de la falta de calidad, simplemente que no ha ayudado a evolucionar al equipo, y eso es lo que hace falta, una evolución.
(arriba: Diego Ribas da Cunha. Nacido el 28 de febrero de 1985 en Ribeirão Preto, Brasil. Crecido en el Santos, demostró su calidad en el Werder Bremen y ahora buscará la consagración en la Juve)
La dirigencia podría terminar salvando sus propios errores con un nuevo entrenador el año que viene, ahora que aseguraron a Diego, el jugador de clase que prometieron hace dos años. El detalle, claro está, es pagar el dinero de ese despido y el contrato del nuevo entrenador. Al final es el cochino dinero el que hace todo más difícil.
Ahorita es fácil culpar a Ranieri, pero él es solamente una pieza más del rompecabezas. Además, él tiene que trabajar con lo que hay, y lo que hay es un equipo bueno pero incompleto. Los jugadores son la pieza más importante. De los 11 titulares de la Juventus de Capello en el 2006, 9 fueron protagonistas de la final de la Copa del Mundo. ¿Cómo creen que un inepto como Roberto Mancini ganó 2 (léase dos, porque el primero se lo regalaron) títulos seguidos? El Inter aprovechó el vacío de poder para instaurar una dictadura. Con Milan y Juventus mermados, sin resistencia, la tarea ha sido fácil.
(arriba: Zlatan Ibrahimović. Desde que llegó al Inter en el verano 2006 no ha dejado de repetir que los dos Scudetti que ganó en la Juve son también suyos y nadie se los quitará)
(abajo: Antonio Cassano. Nacido el 12 de julio de 1982 en Bari Vecchia, Italia. Finalmente ha juntado su mejor fútbol con algo de estabilidad mental. Ahora está listo para tomar el testigo de Del Piero en la Juve)
Eventualmente la Juve tendrá un plantel de suficiente calidad para volver a su puesto en el trono de Italia. Por ahora los fanáticos bianconeri deben tener paciencia hasta que los actuales dirigentes aprendan a no cometer ciertos errores estratégicos. Diego es la primera señal positiva para el futuro, y si se confirman los rumores de Cassano… hay luz al final del túnel.
La próxima semana me encargo de poner bajo la lupa al Milan. Veremos qué pasa cuando un fanático enojado se encuentra con la oportunidad de desahogarse contra aquellos que causaron la ruina de su equipo adorado…
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