Jun 22, 2009

RADIOGRAFÍA AZZURRA: SI YO FUERA MARCELLO LIPPI

Vamos a comenzar con lo más evidente: lo visto en Sudáfrica hasta ahora ha sido una vergüenza para Italia y todo el pueblo italiano. Realmente, si esa es la representación del mejor fútbol de la nación, la que porta el escudo de “Campeón del Mundo” y cuatro estrellas en el pecho, pues estamos fallando en algo.

El país entero está alterado, o eso es al menos lo que siento yo viviendo aquí en Italia. Si salgo ahorita y pregunto por las calles de Siena la opinión de la gente acerca de la Azzurra, no creo que encontraré más del 5% a favor del grupo actual, mientras el resto me dirá que están molestos y cansados de ver la misma “figura di merda” desde hace 3 años.

Yo no estoy tan molesto como esperaba, pero estoy absolutamente desilusionado. Quizás es que no le doy mucha importancia a este torneo y me importa más el mundial, quizás sea esa la excusa que encuentro para convencerme que no hicimos el ridículo, no nos humillaron, que no todo está perdido, que todavía somos campeones del mundo, que el mundial es dentro de un año y queda tiempo, que España no es la mejor selección del mundo y Brasil nos recordó quién tiene más estrellas en el pecho…

He tratado de darle crédito al equipo porque han logrado cosas buenas y se han ganado ese derecho, pero el trabajo bien hecho hay que mantenerlo, no abandonarlo y dormirse en los laureles. Por esta justa razón es que aún soy optimista, porque sé que el talento y la materia prima para obtener resultados existe, simplemente hace falta trabajarla bien.

Hace tiempo aprendí a ver el vaso siempre medio lleno, mientras el nivel del agua siga ahí en la mitad y el vaso no tenga huecos por debajo. Es por eso que voy justamente a exponer, aquí en el blog, todo lo que tiene que hacer Italia para aumentar sus posibilidades de ganar el mundial de Sudáfrica 2010. Cualquier otro tipo de estrategia, según mi opinión (y los resultados hasta ahora que me dan la razón) acabará en una nueva humillación. Como dicen por ahí, “si no eres parte de la solución, eres parte del problema”.

(abajo: Luis Fabiano, Maicon y Kaká. Entre los tres armaron contragolpes que tumbaron la defensa azzurra como un castillito de barajas)

Empecemos por lo básico, porque esa es la filosofía del blog, ¿recuerdan? A mí me gusta el fútbol básico, el que comienza desde abajo y luego desarrolla nuevas ideas productivas. No dejaremos nada por fuera, y si olvido algo, por favor, háganmelo saber. La primera pregunta en boca de todos es saber a quién echarle la culpa. Pues como en toda institución, la persona de mayor responsabilidad es siempre la de mayor culpabilidad. Si eres el jefe de una compañía, tomas las decisiones más importantes y tienes el poder de elegir los integrantes del grupo, por lo tanto será también tu culpa si falla el proyecto. Traducción: la culpa es de Lippi.

Un seleccionador debe “seleccionar” a sus jugadores, tal como lo dice el propio nombre. Si tienes pocas opciones, pues evidentemente elige a los mejores y trata de sacar lo mejor de ellos, esperando que esas pocas estrellas ayuden a los otros a mejorar su rendimiento, ya que, al fin y al cabo, esto es un juego de equipo y cuenta solamente el colectivo.

Si por el contrario las opciones son muchas y de calidad, entonces debes ser aún más inteligente y descubrir cuál es el mejor sistema de juego para explotar al máximo posible las cualidades de tus jugadores. Por eso se elige un tipo canoso, viejo, que ha visto bastantes amaneceres y sabe los trucos y detalles del asunto, más aún si ya ganó el torneo en e pasado. Lo extraño aquí es que, un tipo como Lippi, en lugar de ser fiel a las ideas que lo llevaron al éxito trató de evolucionar en algo que simplemente va en contra de su naturaleza y la de sus jugadores.

(abajo: Roberto Baggio con la camiseta del Milan en 1995. A su lado un jóven recogepelotas de aproximadamente 13 años, reconocido por todos como su único heredero, llamado Antonio Cassano)

Permítanme explicarme mejor. Italia ha ganado 4 campeonatos del mundo jugando “a la italiana”. Son la segunda mejor selección del planeta gracias a una filosofía que, aunque detestable desde el punto moral y estético, es altamente eficaz y funcional: “La idea no es ganar sino hacer perder al contrario”. De esa forma ganaron en el 2006, recibiendo solamente 2 goles en 7 partidos, uno de ellos en propia puerta y el otro de penal en la mismísima final. Entonces, ¿se puede saber por qué diablos decidió justo ahora cambiar filosofía?

Desde que regresó al mando de la azzurra, Lippi probó un 4-3-3 que siempre ha sido de su agrado, desde hace más de 10 años, pero que nunca antes había probado contra selecciones nacionales extranjeras, y sobre todo, ante Brasil. Ese sistema funciona solamente si posees atacantes altamente desequilibrantes, de los que pueden asustar a cualquier defensor cuando tienen el balón en los pies, justamente como los brasileños. Italia, la Italia de Lippi, no posee esos jugadores… ¿entonces por qué sacrificarlos en un sistema semejante?

Lippi ganó el campeonato mundial 2006 usando siempre un 4-4-1-1, donde los externos de mediocampo eran capaces de hacer diagonales hacia el centro y juntarse con las puntas, dejando el espacio de toda la banda para los laterales defensivos que subían y creaban superioridad numérica. De esta forma, el mediocampo estaba siempre junto a la defensa, con los aleros listos para despegar en contragolpe y aprovechar los espacios que las dos puntas creaban. Les recuerdo que ningún delantero se destacó entonces y el equipo completo aportó goles en conjunto.

(arriba: Francesco Totti celebra el gol de penal que le hizo a Australia en el mundial 2006. Aunque no lo parezca, su rol en ese equipo fue fundamental tácticamente)

En 3 partidos hemos visto a Brasil jugar de esa misma manera, con la ventaja de su talento superior en el control del balón y la improvisación suprema de Kaká, la que Italia no posee. Es irónico que Brasil tenga éxito sobre Italia dándole justamente tres cucharaditas de su peor medicina, un trago más que amargo. Según ustedes, ¿quién perdió la batalla, los pobres soldados o el general que los mandó a la guerra con pistolas de agua?

Si yo fuera Lippi no estaría preocupado, simplemente avergonzado de haber perdido tanto tiempo precioso y tener que apresurarme ahora. Muchos dicen que los jugadores están viejos, que Lippi confía demasiado en sus “senadores”, sus campeones, y no trae fuerzas frescas necesarias como hacen los demás. Él dice, en su defensa, que estos son los mejores jugadores que tiene Italia en el momento, y que traer un grupo de jóvenes novatos sería una catástrofe porque no están preparados. Yo digo lo que me decía mi mamá, “ni tan calvo ni con dos pelucas”.

(arriba: Davide Santon debutando con la azzurra ante Irlanda del Norte, en Pisa. Demostró absolutamente estar listo para un puesto de titular)

Si tienes jugadores como Pirlo, Gattuso, Toni, Cannavaro, Camoranesi y Zambrotta, de excelente calidad pero con menos velocidad en las piernas que hace 3 años cuando tocaron el cielo en Berlín, no los dejes por fuera completamente pero tampoco abuses de ellos. Se necesita una perfecta mezcla entre juventud y experiencia. La regeneración debe ser inteligente, no impulsiva como dice la prensa.

El peor error de Lippi, sin embargo, ha sido engañarse a sí mismo pensando que sus decisiones son siempre las correctas, que no es capaz de equivocarse. Parece que el título mundial aumentó demasiado su ego y ahora peca de soberbia, tal como le sucedió a Enzo Bearzot luego de ganar el mundial de España ’82. Realmente, tiene la solución justo frente a sus narices.

Insisto, si yo fuera Lippi, plantearía de nuevo un 4-4-1-1 como el mismo que funcionó en el 2006. De aquí a un año muchos jugadores podrían perder su condición, mientras otros podrían mejorar y merecer la convocatoria azzurra. Mientras tanto, mantendría a Buffon en el arco sin problemas y junto a él llamaría a Marchetti (Cagliari) o Consigli (Atalanta), el portero titular de la selección sub-21.

(abajo: Gaetano D’Agostino, mediocampista del Udinese nacido el 3 de junio de 1982, anota un gol de penal contra el Milan. Es el natural substituto de Andrea Pirlo)

Fabio Cannavaro puede jugar aún, siempre junto a Chiellini en el centro, pero Gamberini necesita de más minutos de titular para ganar confianza y suplir al capitán eventualmente, así como Legrottaglie. Por los laterales no se puede renunciar a Santon, y creo que Lippi lo sabe. Grosso y Zambrotta pueden permanecer en el equipo pero al menos uno de ellos en la banca, mientras Dossena se demostró buena opción.

El medio necesitaría dos centrales diferentes; uno debe recuperar balones y el otro distribuirlos. Pirlo, De Rossi, Montolivo y Palombo (Sampdoria) son útiles, pero necesitan de recambios para alternar las combinaciones, así que es necesario incluir a D’Agostino (Udinese) o Marchisio (Juventus). Mientras Gattuso, Palombo y De Rossi son recuperadores, todos los demás son capaces de distribuir el juego así que deben ser usados en parejas de ambas “razas” para complementarse.

Por los costados necesito aleros naturales, los que juegan en esa misma posición en su propio club. Ese es uno de los grandes errores de Lippi, quien desperdició a gente como Iaquinta, Quagliarella o Rossi en posiciones incómodas, así como lo hizo con Del Piero en el pasado. Todos ellos son segundas puntas, por lo que no caben como medios o alas o extremos. Aquí es donde juegan Camoranesi y Pepe en su posición natural por derecha, así como Foggia (Lazio) o Giovinco que se está adaptando a esa posición en la Juve. De todos modos, se puede usar un mediocampo donde solo uno de los externos sea ofensivo y el otro se corra al centro, dándole mayor libertad al distribuidor (Pirlo, D’Agostino).

(arriba: Sebastian Giovinco, nacido el 26 de enero de 1987. Conocido como “la hormiga atómica” por su corta estatura, se espera que tome el lugar de Nedved en el carril izquierdo de la Juventus)

Aquí viene la mayor contradicción de Lippi, en ataque. Hace 3 años utilizó siempre a Totti detrás de una punta, Toni o Gilardino. Con el mediocampo previamente elaborado, bastan dos atacantes de características opuestas y complementarias para tener éxito, exactamente como Totti + Toni. El problema para Lippi es la ausencia de Totti, pero afortunadamente tiene dos soluciones perfectas para ese rol: Giuseppe Rossi y Antonio Cassano. Sería solo cuestión de llamarlos a ambos y rotarlos de modo que siempre tengas uno fresco y a disposición. Incluso Fabio Quagliarella se adapta a esa posición, así que las opciones abundan.

En un torneo corto, tal como un mundial donde tienes que jugar cada 3 días, tener dos opciones de calidad en cada posición es clave. Sin embargo, podría hacer una excepción con la punta central ya que es posible jugar con dos segundas puntas en ausencia de la torre, mientras no pueden jugar dos torres en ausencia de las segundas puntas. Por ello, Gilardino sería mi primera y única opción. Junto a él jugaría uno entre Cassano, Rossi o Quagliarella, sabiendo que se quedan en casa Iaquinta y Toni.

(arriba: Antonio Cassano y Gianpaolo Pazzini. Para los fanáticos de la Sampdoria son conocidos como “los gemelos del gol”)

En resumen, a día de hoy, esta sería mi lista de 23, sabiendo que los mismos jugadores son capaces de adaptarse a un 4-4-2 o un 4-3-3 dependiendo del rival y la estrategia más adecuada en cada caso. Dentro de un año, veremos cuántos jugadores de esta lista irán a Sudáfrica, dependiendo del estado físico y el rendimiento al final de la temporada. Entonces, y solo entonces, sabremos si Lippi aprendió su lección.

(abajo: la lista de 23 jugadores italianos para el mundial de Sudáfrica 2010 según Arturo Loaiza Anzellotti)

Porteros: 1- Gianluigi Buffon (Juventus), 12- Morgan De Sanctis (Sevilla), 14- Andrea Consigli (Atalanta)

Defensas: 5- Fabio Cannavaro (Juventus), 4- Giorgio Chiellini (Juventus), 6- Nicola Legrottaglie (Juventus), 13- Domenico Criscito (Genoa), 3- Fabio Grosso (Lyon), 19- Gianluca Zambrotta (Milan), 2- Davide Santon (Internazionale), 23- Andrea Dossena (Liverpool)

Mediocampistas: 21- Andrea Pirlo (Milan), 8- Gennaro Gattuso (Milan), 10- Daniele De Rossi (Roma), 20- Gaetano D’Agostino (Udinese), 22- Angelo Palombo (Sampdoria), 16- Mauro Germán Camoranesi (Juventus), 7- Simone Pepe (Udinese), 15- Pasquale Foggia (Lazio)

Atacantes: 17- Fabio Quagliarella (Napoli), 11- Alberto Gilardino (Fiorentina), 18- Antonio Cassano (Sampdoria), 9- Giuseppe Rossi (Villarreal)

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