La mayoría de los equipos en el viejo continente están iniciando la pretemporada y recién ahora se empiezan a reencontrar los jugadores en las concentraciones de entrenamiento. El calendario marca ya la mitad de julio y eso significa que el tiempo para la playa, las fiestas y las vacaciones se acabó, excepto para aquellos que hayan jugado la Confederations y tienen una semana extra de permiso.
(arriba: Manuel Pellegrini, entrenador del Real Madrid. La guerra de la segunda galaxia ya ha comenzado con sus declaraciones)
Se ven pocas caras nuevas y muchas conocidas en la mayoría de las concentraciones, y el ambiente es un poco incómodo en algunos de los casos; esto se debe a la situación de muchos jugadores que, a pesar de estar entrenando junto a sus compañeros como si fuese otro día en la oficina, viven en medio de la incertidumbre no sabiendo si la semana que viene estarán allí en el mismo campo, vistiendo la misma camiseta y entrenando con los mismos compañeros, o quizás estarán a kilómetros de distancia porque fueron vendidos a otro equipo.
El mercado oficial de la UEFA inició el 1ro de julio y tiene fecha de caducidad para el 31 de agosto, como todos los años. En estos dos meses los principales equipos europeos buscarán completar los proyectos deportivos que tienen en la agenda, vendiendo y comprando jugadores según lo requiera su presidente (para el Real Madrid) o como lo permita el presupuesto (para los demás).
(abajo: Jorge Valdano, director deportivo del Real Madrid. Es la mano derecha de Florentino en el departamento de fichajes)
No sé ustedes, pero yo soy aficionado a los videojuegos. Uno de mis favoritos es ese donde pretendes ser el presidente/entrenador de un club y eres tú quien decide todo. Tú decides qué jugadores quieres vender y cuáles quieres comprar, decides a quién renovarle el contrato y qué salario ofrecer, decides quién juega titular y en qué posición… en fin, tienes un cantidad enorme de decisiones para tomar que te acercan un poquito a lo que debe realmente vivir un dirigente o entrenador de un gran club europeo.
En la realidad, sin embargo, las cosas no son tan fáciles como apretar un par de botones y ganar un campeonato virtual. Los clubes reales tienen personas reales que deben ponerse de acuerdo en sus decisiones, establecer proyectos concretos y luego llevarlos a cabo, esperando obtener los resultados estimados al inicio del proyecto. Todo esto dependiendo no de sí mismos sino de un grupo de personas a las cuales no pueden controlar con botones electrónicos: los jugadores. La suerte entra también en juego.
Estos clubes, los cuales son manejados como empresas desde el punto de vista económico, deben recordar siempre que nacieron como sociedades deportivas y como tales deben comportarse. El mayor error de un club de fútbol es olvidar por qué fue fundado en un principio y convertirse solamente en una maquinita de generar dinero. El presidente y los empleados de altos cargos podrán vivir en paz con esa filosofía, pero los aficionados y los jugadores (no todos al menos) no viven por el dinero sino por algo más: la gloria deportiva.
(arriba: Florentino Pérez sabe construir casas y hacer dinero. ¿Podrá construir esta vez un equipo de fútbol después de fracasar en su primer intento?)
Me podrán decir que necesito buscarme un oficio o que simplemente estoy obsesionado, pero no puedo dejar de usar a Florentino y su Real Madrid como ejemplo, simplemente porque me cae como anillo al dedo. Ya se los había dicho previamente en el blog cuando hablé de Florentino y su regreso, que me ofrecería tanto para comentar y opinar gracias a su excentricidad y todo lo que implica su presencia en el mundo futbolístico. El tipo es una bendición nosotros para los periodistas deportivos (yo me considero uno, aunque aún nadie me paga por escribir pero el título está en camino).
La primera galaxia falló justamente porque transformó al club en una empresa que solamente pensaba en el dinero. El proyecto económico fue un éxito y llevó a “la empresa” a la cima del mundo, con ingresos estratosféricos y una imagen mundial envidiable desde el punto de vista del marketing. Pero las decisiones económicas iban en contra de las deportivas y así el equipo inevitablemente fracasó, provocando la renuncia de Florentino en el 2006 luego de ver su pequeño imperio caer como los romanos en su tiempo, víctima de sus propios vicios.
(abajo: Joan Laporta, presidente del F.C. Barcelona. La mejor decisión que ha tomado en su vida ha sido no meterse en los asuntos deportivos de Guardiola. Le conviene seguir caminando por esa vía)
Actualmente existen muchos equipos que comparten algunos de los “pecados galácticos” que Florentino prácticamente patentó en su primera gestión. Equipos que toman decisiones interesantes económicamente pero absolutamente cuestionables en lo deportivo. En estos proyectos “económico-deportivos” debe haber un acuerdo completo entre la dirigencia (los que están encargados de manejar la economía) y el entrenador (el encargado de la parte deportiva). Como veremos a continuación, ese equilibrio no existe en muchos casos.
Luego de los fuegos artificiales del Bernabéu con la llegada de CR9, Kaká y Benzema, apareció hace un par de días Manuel Pellegrini declarando a la prensa que aún faltan ciertas piezas en el equipo, y que otras que parecían destinadas a ser vendidas deberían quedarse en el club. Por si no lo recuerdan, el ingeniero Manuel Pellegrini es el nuevo entrenador del Real Madrid Club de Fútbol. Todos andan pendientes de Florentino y “sus” jugadores, pero nadie olvide que no será él quien le diga a CR9 “tú juegas por la derecha”, o a Kaká “tú vas por el centro”, o a Benzema “tú juegas espalda a la puerta”…
Aquí el entrenador es uno solo, y el que debe pensar en el equipo es uno solo. Ya se han gastado más de 200 millones en solo 4 jugadores y Pellegrini dice justamente que aún así su equipo está incompleto. Pues es bueno que hable ahorita, que lo diga clarito y en castellano para que todos lo entiendan. Si comienza la temporada y no tiene el equipo completo, cualquier fracaso será culpa del presidente que no lo escuchó.
(arriba: Txiki Beriguistain es el actual director deportivo del Barcelona, sucesor de Sandro Rosell, quien trajera a Ronaldinho al equipo blaugrana. Cuando Laporta despidió a Rosell empezó el declive de Ronaldinho y el Barcelona. ¿Volverá a cometer Laporta el mismo error?)
Es evidente que esto lo habrán hablado previamente, al momento de firmar el contrato, al menos eso pienso yo. Pero, pensando con un poco de malicia, quizás no es tan evidente como parece. Es posible que Pellegrini haya aceptado ser la marioneta de Florentino, tal como aceptó Carlos Queiroz en la primera galaxia cuando tuvo que manejar un equipo donde 7 eran grandísimos jugadores y los demás 15 de la plantilla eran juveniles de la cantera, sin experiencia y algunos ni siquiera con el mínimo de calidad.
Sin ir muy lejos, apenas terminó la temporada pasada habló Pep Guardiola diciendo que su equipo necesita refuerzos en ciertos sectores. Suena ridículo que el club campeón de España y Europa diga que necesita refuerzos, pero si alguien sabe del juego es el entrenador, y su palabra hay que escucharla. Además, si Pep le pide a Laporta un par de jugadores nuevos y la salida de algún problemático que no le gusta (¿Eto’o?), ¡pues dale al hombre lo que pida, te acaba de dar el Triplete! ¿Algo más?
(abajo: Mourinho sabe lo que quiere y no lo piensa dos veces para iniciar una guerra mediática. Si Moratti no lo complace terminará por arruinar la mejor y única oportunidad que ha tenido el club para ganar la Champions en medio siglo)
En Italia tenemos más ejemplos de lo mismo. Mourinho ya inició los entrenamientos de pretemporada con una plantilla de casi 30 jugadores, pero ha declarado públicamente y más de una vez que quiere solamente 24-25 en su equipo. Además de eso ha dicho claramente que su equipo necesita al menos un par de incorporaciones que según su opinión son claves. Massimo Moratti se ha equivocado infinitas veces en el pasado contratando a entrenadores indignos de un club como el Inter, ¿y ahora que tiene en sus manos a uno de los mejores 5 en el mundo se va a poner tacaño?
Si pasamos de Milano a Torino encontraremos exactamente el caso opuesto en mi equipo candidato para el próximo campeonato italiano de Serie A: la Juventus. Lo digo desde ya, la Juve es la principal amenaza que encontrará el Inter y será un equipo que podrá llegar lejos incluso en la Champions. El proyecto económico de la Juve ha sido excelente desde que fueron condenados a la Serie B en el 2006. Han redimensionado sus objetivos progresivamente ahorrando en salarios, comprando jugadores de calidad a buen precio y valorando a los jóvenes de su cantera (todo lo que mi querido Milan no ha hecho en los últimos 3 años, para mi desgracia).
(abajo: Giovanni Cobolli Gigli ha construido un proyecto genial en poco tiempo y lo ha ejecutado muy bien. Ahora la Vecchia Signora está lista para volver a conquistar Italia, y próximamente Europa y el mundo)
Ahorita la Juve tiene un equipo donde el entrenador ha sido elegido en función del estilo de juego que tiene pensado. Al pobre Ranieri lo sacaron justamente por su falta de visión y su estilo anticuado, a pesar de hacer un trabajo decente. Ciro Ferrara tiene un grupo completo de jugadores en todas las líneas, jóvenes y con amplio margen para mejorar. Y si el proyecto deportivo de la Juve suena prometedor, hay que añadir otra cosa: será la Vecchia Signora el primer equipo italiano en disfrutar de un estadio propio dentro de uno o dos años cuando esté listo.
En los clubes grandes habrá siempre este problema, mientras existan presidentes que tengan delirios de grandeza y quieran ser entrenadores, presidentes y emperadores a la vez (¿Berlusconi?). Y para que vean que esto no sucede solamente en los clubes, hoy encontré un ejemplo interesantísimo en la prensa inglesa. Una de esas historias que sucedieron cuando yo aún no había nacido y solo puedo conocer a través de otra persona.
(abajo: Silvio Berlusconi levanta la Copa del Mundo FIFA a nivel de clubes en diciembre del 2007. Con las decisiones que ha tomado últimamente esa copa la tendrá que ver desde bien lejos por TV)
Hace unos años, el entrenador de la selección nacional de Brasil era un tipo llamado Joao Saldanha, ex jugador profesional y luego famoso periodista deportivo en su país. Lo apodaban “Joao Sem Medo” (Joao sin miedo) por su fuerte carácter y su tertarudez, característica que le causó muchos problemas con jugadores y aficionados del equipo en todo el país.
Sin embargo, la anécdota más resaltante del artículo que leí cuenta que Emilio Garrastazu Medici, líder de la junta militar presidencial de Brasil en aquella época, comentó ante la prensa que quería ver en la selección algunos de sus jugadores preferidos. Al escuchar estas declaraciones del presidente, Saldanha replicó diciendo “eu escalo a seleçao, o presidente que escale o Ministério” (yo me encargo de la selección, el presidente que se encargue del ministerio).
Eventualmente Saldanha perdió su puesto al frente de la selección verdeamarelha y fue lo mejor visto que el puesto lo tomó un tipo de 38 años llamado Mario Zagallo, quien 12 años atrás había anotado un gol en la final de 1958 y llevó a su equipo a la tercera Copa Jules Rimet en una mágica final, venciendo a Italia 4-1 de la mano de Edson Arantes Do Nascimento. Sí, estaba hablando del mejor equipo de la historia, Brasil 1970.
(abajo: Joao Alves Jobin Saldanha, nacido el 3 de julio de 1917 en Alegrete, Rio Grande do Sul, Brasil. Jugó para el Botafogo, fue periodista y luego entrenador de la selección nacional brasileña. Murió el 12 de julio de 1990 en Roma, Italia)
Saldanha fue despedido y fue la decisión justa, pero ¿se imaginan que el presidente hubiese logrado cambiar la selección verdeamarelha? Quizás Pelé nunca se hubiese consagrado como tal; quizás Brasil nunca hubiese ganado esa final y hoy no fuesen lo que son; quizás el fútbol como lo conocemos no fuese lo mismo. ¿Imaginan un mundo sin Brasil del ’70? Yo no, aunque no lo viví. Así que el mensaje es claro para todos los entrenadores y presidentes: hablen ahora o callen para siempre, sigan el ejemplo que Saldanha dio.
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