Tom Hicks es uno de los dos co-propietarios del Liverpool FC. Su hijo, Tom Hicks Jr, pertenecía a la junta directiva del club hasta el día de ayer cuando decidió renunciar al cargo luego de tener un “pequeño altercado” con Stephen Horner, un fanático del club. Según la prensa, el joven empresario, al recibir las críticas de Horner a través de internet decidió responder con un simple correo electrónico donde expresaba sus ideas del modo más explícito posible. El correo consistía de una sola línea y la voy a dejar aquí en inglés original:
“Blow me, f**kface. Go to hell. I’m sick of you”
No es realmente el insulto lo que importa. He escuchado peores palabras en mi vida y realmente creo que duelen solamente cuando te importa la opinión de quien las dice. No imagino que a Stephen Horner le importaría un cuerno lo que opine un tipo en corbata, y mucho menos si es el hijo de Hicks, a quien tanto “adoran” los fans de la Kop.
Ahora, lo que me encantó de esta noticia es que me hizo recordar lo que estuve discutiendo con mi papá durante el partido del Madrid el domingo ante el Mallorca. Hablamos de Benzema, Higuaín y las decisiones de Pellegrini sobre si usar al versátil argentino o al francés que costó 30 millones de euros. Comenzamos por ahí y terminamos debatiendo las estrategias económico-deportivas del Madrid y, en general, de cualquier otro club de fútbol.
El debate es simple: un club de fútbol profesional actual, ¿debe ganar dinero o ganar títulos? Yo le decía a mi papá que primero vienen los goles, la victoria y los títulos, pero él decía que el club es una empresa y debe ser manejada como tal. Créanme, perdimos casi todo el segundo tiempo discutiendo el asunto sin llegar a ninguna conclusión.
En mi opinión es una cuestión de pasión vs dinero. Son las dos características que mueven el mundo del balón. La idea es que exista un perfecto balance entre ellas, que se completen la una a la otra para asegurar el bienestar del club tanto en el presente como en el futuro. De nada sirve ganar un partido si tu equipo quiebra y no puedes ni siquiera pagar a tus jugadores, pero el otro extremo es igual de negativo porque de nada sirve vender camisetas y ganar millones si no ganas el partido.
Volviendo a la situación de Hicks y el Liverpool, ¿por qué creen ustedes que los fanáticos Reds odian tanto a los propietarios actuales? El fanático de fútbol es un personaje bastante interesante y una figura elemental en la ecuación del deporte rey. No existe el fútbol sin el fanático, es tan importante como la pelota. Todo el que lo haya jugado alguna vez en su vida sabe que el sueño de cualquier niño es escuchar el estadio completo corear tu nombre luego del gol que le dio a tu equipo la copa más importante. Para el fanático, no hay mayor placer que gritar el nombre del jugador favorito justo luego de anotar el gol de la victoria.
Algunos son capaces de actuar de forma estúpida y violenta, pero no todos son así afortunadamente. Muchos fanáticos son capaces de discernir entre el buen equipo y el que juega bien, que no siempre es lo mismo. Los fanáticos son los que compran las camisetas, los que pagan los abonados y van a todos los juegos. Algunos fanáticos deciden no ir al estadio pero compran todos los partidos a través de la TV, mientras otros deciden convertirse en periodistas deportivos para poder dar su opinión profesional desde un punto de vista más técnico. Al final, son todos fanáticos.
Yo soy un fanático, del deporte y de mi equipo. Le puedo preguntar a cualquier otro amigo mío que sea fanático de fútbol qué es lo que le duele más y la respuesta será siempre “la derrota en el Derby”, “la final de copa que perdimos”, “la goleada humillante en casa de aquella vez…”, “cuando se retiró el capitán” o “cuando se fue fulanito, nuestro mejor jugador”. Cuando un niño en la actualidad le pregunta a su padre “papá, ¿por qué somos merengues?” el padre no le mostrará el balance del club o la foto de Cristiano en la portada de MARCA, le mostrará las 9 Orejonas.
Esto lo tengo que decir de nuevo. Al fanático de fútbol le importa un cuerno el dinero. Los fanáticos de la Juventus no quemaron varios asientos del Olimpico di Torino porque tenían frío, tampoco estaban protestando por dinero visto que la Juventus está mucho más sana que el propio Milan, pero estaban perdiendo 0-3 en casa ante un rival directo y fueron alcanzados por el Napoli en el 3er puesto. Si hay un fanático merengue que no prefiere ganar la Décima en el Bernabéu al costo de vender a CR9 y Kaká a la mitad del precio mañana, que levante la mano.
Los fanáticos Reds están furiosos con los propietarios Hicks y Gillette porque prometieron mejorar la imagen del club y lo hicieron, pero al precio de no ayudar al entrenador a ganar nunca la Premier que extrañan desde hace dos décadas; porque prometieron un estadio nuevo y no se ha puesto ni un ladrillo; porque han invertido millones de euros en negocios pero han creado una deuda estratosférica que ahora los obligará a vender a sus mejores estrellas (Gerrard y Torres).
Puedo continuar toda la noche. Muchos hablan de la Premier y su “calidad” en la actualidad. Es todo una imagen, un holograma proyectado por el dinero que le han inyectado los propietarios extranjeros a los grandes clubes, comprando jugadores como locos. Estos clubes deberán eventualmente sanear sus deudas y ninguno tiene liquidez para hacerlo, lo que causará una fuga masiva de talentos.
Cuando eso suceda arderá el infierno en el Palacio de Buckingham. Los fanáticos empezarán a protestar al ver sus jugadores favoritos vendidos, los clubes bajarán su nivel y en consecuencia perderán la etiqueta de lujo que poseen hoy. Puedes construir un club de fútbol con el equipo como base y luego cubrirlo de dinero, pero no puedes tomar una montaña de dinero y esperar que al ponerle una camiseta se transforme en equipo de fútbol. En mi tierra dicen que “billete mata galán”, pues en este caso “pelota mata billete”.
Lo de hoy lo pueden considerar una crítica directa a la Premier League de Inglaterra, o quizá una indirecta al Real Madrid. Recuerdo que el año pasado por estas fechas estaba escribiendo justamente sobre la posible venta de Kaká al Manchester City, criticando la mega oferta que le hacían al Milan (120 millones de euros) y al jugador (15 millones anuales) porque lo que perdía el equipo vendiendo a Kaká no lo podías pagar con 120 o 200 millones de euros. Al final lo vendieron por la mitad de eso y el Milan terminó ganándole al Madrid en el mismísimo Bernabéu, con Kaká vestido de blanco… ironías de la vida.
Respuesta 101: Roberto Baggio anotó el primer gol de su carrera en Serie A durante el partido Napoli vs Fiorentina del 3 de mayo de 1987 en el Stadio San Paolo, el día que el Burro Celeste celebró el primer Scudetto de su historia.
Trivia 101: El Milan venció anoche a la Juve por 0-3 en el Stadio Olimpico di Torino. Fue la primera victoria Rossonera en casa de la Vecchia Signora en 6 años. Durante los últimos 20 años, desde la inauguración del ya difunto Stadio Delle Alpi en 1990, las visitas del Milan a la casa Bianconera han adquirido una mayor importancia para los supersticiosos fanáticos de ambos equipos, especialmente cuando el resultado es una victoria Rossonera. ¿Cuál es esa superstición?
1 comment:
Yo, como siempre, tengo que salir a defender a mi Madrid. Si bien es cierto que una montaña de dinero no puede transformar a 11 señores en un equipo de fútbol, lo que pasó en el Real, aunque a muchos les disguste, fue la creación de un proyecto que costó mucho dinero, gracias a varios factores (impacto mediático, necesidad, precio de venta al Madrid...) Pero se hizo con cabeza, porque hay una plantilla balanceada con jugadores para todos los puestos y con un técnico que ha tomado las decisiones correctas, y al que le dieron un voto de confianza, incluso cuando las cosas iban muy mal, a pesar de las predicciones de los más pesimistas.
Ahora, con respecto a la liga inglesa, creo que parte de su grandeza ahora se debe al enfásis que le han dado a la forma física y a que los mejores árbitros están en esa isla.
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