Brasil ha ganado 5 mundiales y ha perdido
una sola final; Italia ha ganado 4 y perdió sólo 2 (ambas ante Brasil);
Alemania ha ganado 3 y perdido otras tantas; Entre las 3 naciones suman 12 de
los 19 mundiales y 16 de las 19 finales hasta hoy. ¿Qué tienen estas tres selecciones
que las diferencia tanto de las demás? La respuesta es simple: La Escuela.
La escuela de fútbol no es como la
escuela ordinaria. No hacen falta salones de clase con mesas o pupitres, ni
pizarrones ni laboratorios. Una escuela de fútbol no necesita un edificio o una
estructura particular, ni tampoco autobuses amarillos o cafeterías. La escuela de fútbol es una filosofía, casi
una religión, que se propaga de boca en boca como los cuentos y leyendas
urbanas, forma parte de la idiosincrasia
de una nación y no se puede adoptar en otra cultura. La escuela de fútbol
es parte de los valores culturales de un país, y es la razón por la cual
Brasil, Italia y Alemania han sido durante 80 años los mejores en este deporte.
La selección española es la actual
campeona del mundo, y en los últimos 5 años han logrado una supremacía sin
precedentes ganando dos Eurocopas seguidas con el mundial de por medio. La
historia enseñará que esta generación de futbolistas que dirige Vicente Del
Bosque y que Luis Aragonés creó en 2008 es única e irrepetible, y ahí está su
verdadero límite. La época de éxitos de esta selección tiene fecha de caducidad
y no es renovable, aunque existan jóvenes de talento que a nivel U-21 logren
títulos, porque las características que hacen de esta generación un equipo
formidable son bastante únicas y difícilmente replicables. Particularmente el
estilo que define a la selección española, el famoso tiki-taka, requiere un equilibrio muy fino de capacidades técnicas
y tácticas que no todos poseen, por más habilidosos que sean con la pelota en
los pies, no es lo mismo cuando hay que asociarse con los demás 10 compañeros.
FIFA World Cup France '38 (Italia - Catenaccio 5-4-1) |
Sin embargo, aunque tengan que esperar
muchos años y varios mundiales, los españoles pueden estar seguros que no
volverán nunca más a la época de los malditos cuartos de final pues han logrado
algo más importante que ganar un mundial: España
ha creado su propia escuela de fútbol. Cuando Johan Cruyff decidió traer el
Total Football al FC Barcelona a inicios
de los ’90 sembró la semilla que años más tarde recogería Luis Aragonés (y Pep
Guardiola en el Barça) para crear el equipo actual.
El
secreto de la escuela de fútbol es la crianza del futbolista, desde temprana edad, a practicar este deporte tan hermoso de una
manera muy particular, a ver la pelota y el campo con ojos diferentes a los
demás, y una vez que se da cuenta que no está sólo sino que los demás niños del
equipo ven la esférica con los mismos ojos se da cuenta que forma parte de un
motor enorme donde él es una tuerca más, tan pequeña pero a la vez esencial
pues sin su funcionamiento el motor de detiene. Jugar al fútbol de manera
inteligente, utilizando todos la misma estrategia y con la misma mentalidad, es
la base de una escuela de fútbol exitosa. En
este deporte, el colectivo siempre es el objetivo, y el individuo el medio.
En Brasil, por ejemplo, la escuela se
encuentra en la calle, en las playas. No es broma, aunque parezca un
estereotipo sacado de la ignorancia más tercermundista. La mayoría de los
jugadores profesionales en Brasil carece de una educación apropiada y dedicó
mucho tiempo de su infancia a jugar con la pelota en las calles, los terrenos y
donde sea que hubiese espacio para dibujar una portería. La naturalidad con la
que el brasileño baila al ritmo de los tambores es también clave en todo esto,
porque la samba requiere movimientos coordinados de los pies y las caderas en
espacios reducidos. Estamos hablando de algo muy típico en la cultura brasileña
que no se ve en otro país, lo que hace al futbolista brasileño también único. Cuando los europeos trajeron el deporte rey
al territorio brasileño crearon al monstruo que eventualmente se los comió.
FIFA World Cup México '70 (Brasil - Jogo Bonito 4-2-4) |
En Italia sucede algo semejante. Del
mismo modo en que los italianos no acostumbran bailar ritmos caribeños o de
percusión, sí están acostumbrados a improvisar situaciones y resolver problemas
a partir de sus propias carencias. La cultura italiana, para el momento en que
el inglés trae el deporte rey al país transalpino, había sido enriquecida por
numerosas invasiones extranjeras (turcos, alemanes, portugueses, españoles, etc.)
además de traer su propia herencia romana en las venas. La picardía y la viveza es algo prácticamente innato en el italiano
común, y a la hora de jugar al fútbol eso ve reflejado plenamente.
En Europa, a diferencia de Sudamérica,
las escuelas de fútbol sí cuentan con estructuras y organización justamente
para compensar la falta de habilidad que, por ejemplo, el brasileño posee en
los pies y las caderas. Los italianos
educan a los niños a no dominar la pelota por mucho tiempo, a estar atentos
a los compañeros, a no desperdiciar energías en carreras inútiles, a no correr
riesgos en zonas defensivas y aprovechar los errores del rival siempre. En la
prensa italiana jamás se trata la propia selección como una de las favoritas,
aunque hayan ganado más mundiales que cualquiera menos Brasil, y siempre parten
del hecho que cada título mundial fue una especie de epopeya irrepetible. Esa
mentalidad y ese supuesto complejo de inferioridad es lo que los lleva a buscar
siempre la astucia en lugar de la fuerza, aunque muchas veces sean más fuertes
que el rival y no se den cuenta.
El Catenaccio fue creado como una respuesta directa al fútbol
ofensivo de inicios del siglo XIX, mucha gente al ataque y nadie detrás para
proteger la portería, y evidentemente un italiano decidió aprovechar el defecto
del rival al desproteger su retaguardia para sacar ventaja (el precursor fue en
verdad un suizo pero fue un italiano, Nereo Rocco, quien lo perfeccionó). Del
mismo modo nació el Total Football cuando un genio
holandés de nombre Rinus Michels desactivó esa marcación a hombre del
Catenaccio con movimientos constantes al vacío, sin ofrecer puntos de
referencia. De hecho, el falso 9 por excelencia fue Johan Cruyff.
FIFA World Cup Germany '74 (Deutschland - Catenaccio 1-3-4-2) |
Imitar a los brasileños es imposible pues
hace falta nacer brasileño y ser criado brasileño, por eso llevan escrito en la
parte interna del cuello de la verdeamarelha la frase “Nascido para jogar futebol” (nacido para jugar fútbol). Pero solía decir Pablo Picasso que los artistas mediocres
imitan mientras los grandes artistas roban. Alemania fue quien mejor aplicó
esa filosofía cuando decidió robar un poco del estilo italiano, adaptarlo a sus
propias características y hacerlo suyo, un estilo único que hoy se puede
identificar como “típico fútbol alemán”. La National
Mannschaft tiende a jugar poco con la pelota en los pies y también
aprovecha mucho los errores del rival. Sin embargo, a diferencia de los
italianos quienes esperan bien atrás y ralentizan la velocidad de juego, los
alemanes corren mucho más y tratan de ahogar al rival hasta que la presa se
rinda y suelte la esférica en zonas peligrosas. Además, la pelota por alto es
una zona donde Alemania se especializa al tener jugadores de contextura alta y
fuerte (la famosa raza Ariana, ¿recuerdan?).
Actualmente es fácil para el aficionado español sentirse orgulloso de su selección
y luego confundir ese orgullo con la arrogancia que los lleva (a muchos, no a
todos) a creer que este es el mejor equipo
de todos los tiempos, o que su forma de jugar es el único estilo válido y
por default todo lo que no se parezca
al tiki-taka es feo, o inmoral, o anti fútbol. Utilizo el término tiki-taka
libremente porque es la manera más cómoda de etiquetar un estilo de juego que
podemos identificar y asociar directamente con un equipo y una época, así como
el Catenaccio y el Total Football marcaron épocas del deporte. La historia
enseña que otras escuelas existieron y aun existen que preceden a la española,
y tienen más de medio siglo desarrollando futbolistas y evolucionando
continuamente.
El aficionado español, que entre 1955 y 1960
pudo disfrutar del Real Madrid levantando Copas de Europa con delanteros como
di Stefano y Puskás, se acostumbró rápidamente al estilo ofensivo y a los goles
de la época. El primer mundial transmitido a colores por TV fue México ’70 y el
mundo pudo disfrutar de los dos mejores exponentes del deporte rey en todo el
planeta, Brasil e Italia. Imagino que ver las camisetas amarillas de Pelé,
Jairzinho y Carlos Alberto hacerle 4 a los Azzurri con su Jogo Bonito dejaron una marca aun más profunda en los ojos del
espectador español que, para ese momento, ya deseaba con ansias ver a su
selección en una final mundial.
FIFA World Cup Germany '74 (Nederlands - Total Football 4-3-3) |
Al analizar la escuela española y
compararla con las demás hay que tener claro que no existe una fórmula única ni
un método supremo para jugar al fútbol. Como siempre digo, el fútbol es una manta corta, si te cubres la cabeza te da frío en los
pies. El tiki-taka hereda del Total Football su manera de posicionarse en
el campo: 4-3-3 con línea defensiva bastante alta, casi siempre en el círculo
central. La pelota se juega siempre por el suelo, incluido el portero, para
mantener la posesión. Los mediocampistas intercambian constantemente posición
con los delanteros, e incluso los defensores laterales se incorporan al ataque
para crear superioridad numérica.
Ambos estilos requieren de 11 jugadores
capaces de dominar la pelota con soltura, y ya que la pelota se mantiene a ras
de césped los jugadores altos serán limitados a los dos centrales y quizás un
mediocampista, los demás serán bajitos y rápidos. La diferencia principal entre el estilo holandés y el español es que
éste último reduce considerablemente el tempo, aumentando así la posesión
de la pelota como método defensivo, asegurándose que los riesgos sean mínimos
pero también reduciendo el potencial ofensivo. Los holandeses por el contrario
aun conservan movimientos más verticales al espacio para buscar la portería
rival, descuidando más la propia retaguardia.
En
cierto modo, la final del mundial 2010 demostró que el método español es una
mejora del método holandés, uno fallando 3
finales y el otro acertando la primera. Pero más importante es el hecho que
España agrega al estilo holandés la pizca defensiva que siempre le faltó a los
tulipanes, lo justo para que el alumno derrote al maestro. Ese día, aquel 11 de
julio de 2010, la selección española levantó el título mundial con el récord de
menos goles anotados para un campeón mundial. Ni siquiera Italia ha anotado tan
pocos goles como lo hizo España, y fue emblemático que “La Roja” ganara ese partido en Johannesburg vestida de “Azzurro”.
FIFA World Cup Argentina '78 (Argentina - Total Football 4-3-3) |
Una pregunta válida es, ¿qué hay de los
demás equipos que han ganado un mundial? ¿no tienen ellos también una escuela?
Ciertamente existen otras selecciones que han levantado la copa del mundo, y sí
tienen una especie de escuela, algunas de ellas. Por ejemplo: Argentina. La
historia indica que ganar dos mundiales no significa tener una escuela. De
hecho, Argentina debe ser la única
selección campeona del mundo con dos escuelas, pero la una es antítesis de
la otra y es esa la principal razón de sus fracasos.
El título de 1978, ganado en casa de la
mano de César Luis Menotti, se basaba en tratar bien a la pelota y moverse por
el campo con soltura, buscando la pared y la asociación, muy al estilo holandés.
Menotti era y sigue siendo un romántico empedernido y solía decirle a sus
muchachos que lo importante no era ganar sino jugar con clase, con estilo y
sentirse orgullosos por el espectáculo, sea cual sea el resultado. De hecho, el
colectivo era siempre la prioridad aunque en la Argentina existan jugadores con
inmenso talento individual, y tanto fue así que decidió dejar fuera de la
convocatoria a un joven de 18 años que tenía todo el país a sus pies, un pibe
llamado Diego Armando Maradona.
Ocho años más tarde, en México, la
selección albiceleste logró nuevamente el título mundial justamente gracias al
Diego. El seleccionador, Carlos Salvador Bilardo, creó un equipo donde Maradona
era el centro del universo y todos los demás giraban en torno a las órdenes del
10. El equipo completo defendía bien atrás, muy al estilo europeo con un 3-5-2
bastante italiano, y apenas recuperaban la esférica se encargaba Maradona de
crear las jugadas de peligro. Nunca un jugador fue tan influyente en un equipo
tan mediocre, pero funcionaba. Messi
tendría que jugar años en un equipo de Serie B para poder entender lo lejos que
está de Diego. Todo es más fácil con Xavi e Iniesta a tu lado.
FIFA World Cup España '82 (Italia - Zona Mista 1-3-4-2) |
Maradona llevó nuevamente a su equipo a
la final 4 años más tarde, pero desde aquel último golazo contra Grecia en 1994
la selección albiceleste no ha vuelto a pisar las semifinales de un mundial.
Argentina lleva 20 años debatiéndose entre el Menottismo y el Bilardismo,
dos escuelas tan opuestas pero igualmente exitosas que impiden a la Albiceleste
evolucionar. Mientras no se decidan por una de las dos no seguirán viviendo de
los milagros de D10s y, lo que es
peor, desperdiciarán uno de los mejores talentos que han creado, Lionel Messi.
El ejemplo de Argentina se puede aplicar
también a Francia, un equipo que disfrutó de una buena generación de
futbolistas entre 1998 y 2002 y que le valió para levantar el mundial en casa.
Pudieron repetirse en 2006, ya con un equipo renovado, pero no hay escuela en
el fútbol francés para desarrollar las bases del éxito. El verdadero secreto del éxito efímero francés se llamó Zinedine Zidane.
Mientras el mago estuvo en el campo todo fue posible para Les Bleus, pero una
vez que impactó a Materazzi con la
frente se acabaron las opciones de Francia. Fue un jugador único que logró
llevar a su selección, como lo hizo Maradona, a niveles superiores a los que
normalmente mostraron, y sin él todo volvió a la normalidad.
Me quedan Inglaterra y Uruguay. Los
ingleses crearon el juego y luego vieron cómo los demás los derrotaron una y
otra vez con técnicas y estrategias nuevas, algo que hasta el día de hoy ningún
entrenador o jugador inglés ha demostrado ser capaz de hacer. La influencia
extranjera de la Premier ha cambiado el ritmo del torneo de liga pero los
jugadores ingleses siguen siendo cortados con el mismo molde. El 4-4-2 y el centro al área sigue siendo
la marca registrada de la casa, y en vista que tampoco han aprendido a
defender de forma organizada no son capaces de competir al nivel de los otros
campeones.
FIFA World Cup México '86 (Argentina - Zona Mista 3-5-2) |
Los uruguayos por su parte son una
vertiente rioplatense. El típico fútbol uruguayo se basa, al igual que el
italiano, en jugar exclusivamente en las dos áreas sin pasar por el mediocampo.
Son también capaces de adaptarse al rival de turno para explotar sus
debilidades y cuentan con jugadores de talento, pero tan pequeño es el
territorio nacional (3 millones de habitantes comparados con los 40 de
Argentina) que la cantidad de talentos es mucho menor, reduciendo así su
potencial. Sin embargo, cada tanto nace una generación de futbolistas capaces
de superar las expectativas y si son bien dirigidos pueden incluso derrotar al
mismísimo Brasil en el Maracaná (Leer historia del Maracanazo).
Como ven existen diversas escuelas de
fútbol, ideologías que se aprenden de niño y se llevan en la sangre toda la
vida. Es posible para cualquier país crear su propia escuela y llevarla al
éxito pero el proceso toma tiempo y requiere de paciencia y perseverancia,
además de la materia prima. En mi opinión, las selecciones de Alemania e Italia
están actualmente cometiendo el grave error de tratar de imitar la escuela
española cuando no cuentan con los jugadores adecuados para hacerlo. Los
resultados son evidentes.
Prandelli dice que su equipo debe
arriesgar y jugar siempre al ataque, y yo me pregunto ¿dónde diablos creció el
buen Cesare? ¿en qué planeta vive? ¿Olvidó todas las temporadas que jugó en la
Juve del Trapp y ganó jugando “a la italiana”? El Total Football mató al
Catenaccio en los ’70 pero para eso el italiano aprendió y evolucionó en la Zona Mista que Bearzot llevó a la gloria y cambió el fútbol
mundial. El Milan fue el último club que logró defender el título europeo y lo
hizo jugando con una perfecta mezcla de defensa en zona y presión al hombre, no
“jugando siempre al ataque y arriesgando” como dice Prandelli. Incluso la
Italia de Lippi utilizó el mismo esquema de juego en el 2006. De hecho, no es
casualidad que el único partido en que la Italia de Prandelli logró desajustar
a la actual España fue jugando al 3-5-2 estilo Juventus, a la italiana. Jugando
con su actual sistema “ofensivo” se tragó 4 en la final de la Euro 2012 y ha
recibido más de 20 goles en 20 partidos del año 2013. Durante el amistoso ante
Alemania en San Siro hace pocos días, Buffon casi regala un gol ridículo al
jugarle la pelota con los pies a su defensor en lugar de mandarla al campo
contrario de una patada. Eso jamás hubiese sucedido en épocas anteriores.
UEFA European Cup Austria-Switzerland 2008 (España - Tiki-Taka 4-5-1) |
Tratar
de hacer limonada con naranjas y manzanas es una simple estupidez, y eso es lo que llevará a la Italia de Prandelli al fracaso en
Brasil 2014 si no cambian el chip. Lo
mismo puedo asegurar de Alemania y Joachim Löw, uno que sigue insistiendo en el
fútbol ofensivo cuando su selección ha perdido los cuatro enfrentamientos más
importantes de los últimos 4 torneos grandes, siempre del mismo modo debido a
una pésima defensa (ante Italia en semis 2006 y 2012 – ante España en final
2008 y semis 2010). El día que Alemania
e Italia vuelvan a jugar como alemanes e italianos podrán nuevamente optar al
título mundial. Las dos escuelas más exitosas de Europa no son lo que son
por casualidad.
La escuela española es el legado que
Cruyff dejó a España, y Aragonés fue lo suficientemente inteligente para darse
cuenta que si le llovían limones era hora de dejar de intentar de hacer zumo de
guaraná y hacer un poco de limonada. En 2008, esa metáfora significó dejar por
fuera al típico 9 de área (Raúl González Blanco) en favor de un 11 más veloz
que pueda correr desde atrás (Torres) y un 7 que lo acompañe desde la banda
(Villa o Silva). El éxito de la Roja ha sido aprender a defender y atacar “a la
española”, frase que finalmente existe y la RAE debería tomar en consideración.
Por supuesto, no es un juego infalible, como ya mencionamos tiene sus defectos,
y es eso lo que Italia y Alemania han olvidado explotar.
Ya conocemos los 32 equipos clasificados
al mundial de Brasil 2014. Por primera vez podremos ver 8 campeones del mundo
en un mismo torneo, y las estadísticas indican que es altamente improbable que
para julio próximo exista un noveno. El próximo campeón del mundo será aquel
que logre aplicar de mejor manera la escuela que sus futbolistas han aprendido.
Actualmente existen 4 selecciones que aprovechan su propia escuela de la mejor
manera: Brasil, Uruguay, España y Argentina (algo parecido al Bilardismo pero
con Messi y peor defensa). Si me preguntan yo apuesto por nuevo Maracanazo de
Uruguay, pero pase lo que pase dentro de 6 meses, la lección es siempre la
misma. En el fútbol como en la vida,
para ser alguien hay que ir a la escuela.
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