Hola a todos, ¿cómo les va? Durante esta semana no se hablará de otra cosa que no sea de un partido muy especial. De hecho, algo más que un partido para los aficionados y para los jugadores también, que recordarán por el resto de sus vidas el resultado, con emoción y alegría si fue una victoria, o con amargura y dolor si fue una derrota. Bienvenidos a la semana del Derby.
El próximo sábado 13 de diciembre, en el estadio Nou Camp de Barcelona, a las 22:00 (hora local) se jugará el clásico español: Barcelona vs Real Madrid. Sin embargo esto no termina así porque el domingo 14 de diciembre, en el estadio Comunale de Torino a las 20:30 (hora local) se jugará también un clásico italiano: Juventus vs AC Milan. Son los máximos campeones de ambos países (el Madrid tiene 31 títulos de Liga y el Barça 18, mientras la Juve tiene 27 Scudetti por 17 del Milan). Vamos por orden cronológico entonces. Hablemos del Derby español.
Actualmente el Barça es líder con 35 puntos, 9 de ventaja sobre el Madrid que va ya por la 5ta posición, apenas dos puntos sobre el Atleti y el Depor. Como dijimos hace poco en el análisis de los merengues, estarán peleando con su propia crisis para lograr el 4to puesto al menos a final de temporada. La derrota de ayer contra el Sevilla duele y mucho, porque es un rival directo en ese camino hacia el 4to puesto, porque desmoraliza como siempre perder con un rival, pero más que nada porque los trae a la cruel realidad. Hasta ayer habían mantenido siempre un segundo o tercer puesto a pesar de tantos desastres, pero ya se acabó. Ahora ven por delante demasiados equipos y sienten el aliento de los demás que persiguen, como un piloto de Fórmula 1 que ve acercarse sus rivales por el retrovisor y siente que el motor cada vez responde menos cuando pisa el acelerador.
Mientras tanto los catalanes parece que tienen encendido el “Cruise Control”, simplemente moviendo el volante de vez en cuando para conducir el auto, el motor anda solito y hace el resto. Y es curioso cuando tratamos de entender dónde quedan los méritos blaugranas, y dónde entran los deméritos blancos porque, en muchos casos esta temporada, el mismo equipo que se ha llevado un saco de goles con la firma de Messi, Eto’o y compañía, ha logrado vencer luego al Madrid casi con facilidad. ¿Es tan bueno el Barcelona o es tan malo el Madrid? Actualmente me parece que ambas opciones se juntan para explicar los resultados. Suena como la peor pesadilla de un aficionado blanco y el sueño de todo culè en una misma película.
Pero en un Derby estas situaciones se alteran de manera impresionante. Ya ha pasado en el pasado que el equipo que llegaba en mejor condición pierde el juego. El Derby enciende pasiones y llena de adrenalina la sangre, esa droga natural que sirve para elevar el rendimiento del cuerpo hasta niveles más allá de sus capacidades usuales. Y eso espero ver el próximo sábado.
Schuster no puede hacer mucho, y de hecho no espero nada de él (el pobre tipo es un “Dead Man Walking” desde hace tiempo). Hasta ahora han sido los propios jugadores que han logrado los resultados por puro orgullo, jugando como once muchachos que se encuentran en un campo al azar con la misma camiseta y quieren improvisar algún par de jugadas para ver si logran hacer gol, sin orden ni tácticas elaboradas en entrenamientos, es decir, lo que debería hacer un equipo. Lo intentaron de nuevo anoche pero no fue suficiente porque enfrente tenían un equipo real. De todos modos, es la única carta que tendrán para jugar el sábado en Nou Camp, el resto dependerá de la suerte.
Cuando hablo de suerte me refiero a que el Barcelona decida salir al campo con arrogancia y descuido subestimando al rival, uno de los peores errores tácticos según las antiguas leyes de Sun Tzu en su libro “el arte de la guerra”. Es evidente que nadie en su sano juicio apostaría un centavo por los blancos en el partido del sábado (fanáticos blancos excluidos por supuesto, pero eso es fanatismo, no “sano juicio”). Todo está en manos de los catalanes. Si deciden tomarse el juego en serio y concentrarse no veo vida para el Madrid. Los merengues podrán pelear estoicamente hasta el final pero sin éxito, para morir con los aplausos del público como gladiadores (así como hicieron ayer justamente, cuando la afición aplaudió al equipo pese a caer derrotado y luego gritó “dimisión” al presidente). La única chance será aprovechar cada error o desconcentración blaugrana para transformarla en gol, a fuerza de orgullo. El análisis táctico y técnico entonces no aporta nada nuevo. La única posibilidad de victoria para el Madrid sería a nivel psicológico, un Harakiri del Barcelona. De acuerdo a todo esto entonces, le doy el 90% de posibilidades a la victoria del Barça, 9% a un mágico empate y 1% a la victoria milagrosa del Madrid.
A mitad de semana ambos equipos jugarán la última fecha de la Champions este año. Ambos clasificados, buscarán salvar energías con algunos suplentes y sin preocuparse mucho por ese resultado. Toda la semana gira alrededor del Derby.
El jueves entonces viajaremos a Italia para hablar del otro Derby de la jornada con la segunda parte de este tema. No se la pierdan. Arrivederci.
1 comment:
Miedito :( jajajaja.. A patear some cules asses.. jaja.. Right....
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