Bienvenidos a Suráfrica...
Tenemos ya al primer finalista, un digno finalista diría yo por lo visto hasta ahora en el torneo, aunque no sea el equipo de mi preferencia no le puedo quitar sus méritos.
Holanda logra llegar a una final mundial luego de 32 años y lo hace a través de su estilo propio, ese del toque y la velocidad, de las paredes y el talento puro en ataque, un ataque del que participan casi todos sus futbolistas. Para no parecer hipócrita tengo que mantener mi posición crítica y eso pretendo hacer pues sigo pensando que sería mejor atacar de forma más inteligente sin dejar tantos espacios atrás porque pones siempre en riesgo el partido.
Pero los méritos de Holanda son precisamente esos, aprovechar las oportunidades creadas y penalizar los errores del rival siempre, sin vacilar. De eso también están hechos los campeones, de cinismo y eficacia. Hoy se vio una elección Oranje bastante lenta pero constante, buscando siempre el lado flaco de la defensa rival aunque sin mucha fluidez. Robben trató y trató de provocar una crisis de nervios en Cáceres y logró su objetivo al inicio. Sneijder jugó un partido discreto a causa de la buena marca en la media uruguaya, pero su clase permanece intacta y lo demostró apenas tuvo un chance.
No sé decir si el disparo del 1-2 fue en fuera de juego o no, necesitaría ver la repetición varias veces desde varios ángulos, pero lo más importante fue el gesto técnico, el hecho que desde esa posición el 10 del Inter y la nacional holandesa tuviese el ingenio de probar el tiro al arco, complicando así la vida de Muslera que entre un mar de piernas apenas vio el balón llegarle al palo lejano. Así son los grandes jugadores, aparecen justo cuando menos los esperas y te marcan el partido. Ese gol podría significarle a Wesley un merecido FIFA Ballon D'Or el próximo 11 de enero 2011.
Para Uruguay no queda sino el orgullo de haber luchado hasta el final y haber mostrado que son un equipo completo, tanto en defensa como en ataque poseen cartas para desequilibrar a cualquier rival. El gol que los mató fue justament ese de Wesley que llegó como un balde de agua fría pues luego el 1-3 evidenció un bajón anímico muy grande, demasiado pesado para levantarlo a pesar del embiste vehemente final. Godín y Gárgano controlaron a los rivales a placer y completaron un partido memorable, Cavani se mostró peligroso siempre y finalmente Forlán mostró al mundo que es uno de los mejores delanteros del planeta, sin nada que envidiarle a Messi, Cristiano o Villa.
Mañana entonces será el turno de España que buscará detener a la Mannschaft y lograr así su primera final. Tendrán por supuesto la crónica y los comentarios del partido por las vías de siempre, Facebook, Twitter y www.informecifras.com así que no se lo pierdan, y que siga rodando la pelota hasta Johannesburg.
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