Bienvenidos a Suráfrica...
Y finalmente vimos a Brasil. La selección más poderosa en la historia de los mundiales finalmente abrió las maletas y salió del cuarto de hotel donde estuvo durmiendo durante el primer partido para venir a jugar con seriedad ante Costa de Marfil.
Se vio hoy toda la escencia del juego que llevó al equipo de Dunga a sendas victorias en la Copa América 2007 y la Confederatiosn Cup 2009. Partiendo del sólido 4-3-1-2 donde Kaká es el eje de toda acción de ataque, existen armas por todos lados que pueden ser mortales si se usan bien, y hoy no fue la excepción.
La formación de Costa de Marfil era en teoría un 4-3-3 donde Drogba es la punta de lanza, pero lamentablemente para el delantero del Chelsea sus compañeros, por más veloces y dinámicos que sean, no tienen ni el talento ni la coordinación colectiva para superar o siquiera asustar al eficaz sistema defensivo brasileño. La mayoría de las veces Lúcio y Juan encontraban la forma de superar de modo inteligente a sus rivales y los anticipaban con éxito.
Aunque Costa de Marfil no se echó para atrás no supo tampoco como buscar la puerta y dejó ciertos huecos en defensa que Brasil supo aprovechar de modo ejemplar. Cada vez que el balón llegaba a Kaká en la zona del círculo central el del Real Madrid tenía suficiente tiempo para girarse y buscar a un compañero que, increíblemente, estaba también libre. No hubo presión ni agresión de parte del rival y la Canarinha se encontró a gusto cada vez más.
Con un estado físico siempre más constante, Kaká manejó cada jugada de ataque y encontró combinaciones muy elegantes con Robinho, Elano y Luis Fabiano. A la contra o entrando por el centro a fuerza de paredes se pudo ver realmente el poder ofensivo de Brasil y hará falta una defensa realmente atenta para bloquearlos nuevamente en el torneo.
Un caso especial merece el gol de Luis Fabiano pues fueron dos veces las que el balón golpeó su mano sin que el árbitro ni sus asistentes alzaran la bandera o dijeran algo. De todos modos, error o no, la goleada era inevitable y las órdenes de Dunga fueron claras, no dejar de apretar el acelerador hasta obtener un resultado cómodo. Efectivamente, sólo al final cuando ya el 3-0 sellaba el pase a los octavos descontó Drogba en el típico momento de somnolencia de parte de Lúcio y compañía.
El gigante suramericano ha despertado y ahora se verá finalmente su poder. Comienza un nuevo mundial ahora que Brasil despertó: es y seguirá siendo el rival a batir.
Hasta aquí los dejo y nos vemos mañana con la crónica del juego España vs Honduras. No se lo pierdan, y que siga rodando la pelota en Suráfrica.
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