Bienvenidos a Suráfrica...
Argentina clasifica a los octavos de final casi sin despeinarse y regala otra alegría al pueblo, a sus fanáticos, pero más que todo al fanático número 1 del equipo: Diego Armando Maradona.
Digo que Argentina regala una alegría a Maradona y no al contrario... no es un error de dialéctica, es justamente como lo leen. No ha sido la inteligencia táctica de Diego la que ha logrado las victorias hasta ahora de la albiceleste y hoy no fue la excepción. Ciertamenteno no existe persona en este mundo mejor calificada para motivar a los jugadores argentinos durante una copa del mundo, pero luego de la motivación hace falta también el factor del campo en este deporte complejo.
Grecia hizo el trabajo que se esperaba de los muchachos de King Otto, una defensa bastante poblada y fugaces contragolpes que, sin embargo, hoy fueron más que fugaces escasos. Y pensar que bastaba con presionar un poco a Demichelis para obtener un golcito pues el defensor del Bayern trajo todas sus dudas en un saco y las desparramó por el campo siempre que entró al campo. Cada vez que Samaras aparecía cerca de su zona se veía como le temblaban las piernas a Demichelis y con él todo Buenos Aires. Menos mal que los griegos también cometen errores y Diego parece tener el santo de frente.
En cuanto al ataque de Argentina, Maradona se inventó nuevamente una ilusión donde Messi se viste de Barrilete Cósmico, pide el balón y luego no se la da a nadie. Todo el equipo jugaba buscando a la pulga y le daban el balón muy atrás, poco delante del círculo central, desde donde partía en intentos de carrera maradonianas que terminaban siempre en un contragolpe griego. Yo realmente estaba desesperado y molesto viéndolo hacer la misma estupidez una y otra vez. Messi debe jugar a ser Messi, no Maradona. Encerrado en el medio en una jaula de 3 helénicos no puede aportar nada, y además nunca soltó el balón suficientemente ràpido para habilitar a sus compañeros.
Las pocas veces que se recostó por la derecha en su vieja zona del Camp Nou hizo tanto daño que los defensores griegos lo están buscando aún, no vieron por dónde pasó. Es tan simple y espectacular su juego cuando lo hace de modo natural que hasta yo termino por alabarlo, pero hace falta que regrese a la Tierra donde se juega en equipo y baje de las nubes donde él sueña levantar la Copa con la cinta de capitán. Por cierto, ese detallazo de darle la cinta es proporcionalmente ridículo a la decisión de dársela a Cristiano Ronaldo en Portugal. Un niño de 22 años no puede guiar a un grupo donde existe un señor de 37 llamado Juan Sebastián Verón, quien es el verdadero líder de la Albiceleste.
De ahora en adelante las cosas se complican y comienza otro torneo. Ya no hay segundas oportunidades y es hora de dejar a los niños en casa durmiendo, aquí sólo los hombres sobreviven. Hace 4 años hizo falta "El Maxizazo" para dejar fuera a México. Esta vez el Tri buscará revancha con un grupo de juveniles que tienen mucha velocidad y talento, Demichelis sufrirá las consecuencias. Pero la historia tiene un gusto particular por repetirse, y creo que tengo una enorme sensación a Déjà Vu.
Hasta mañana, y que siga rodando la pelota.
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